Los días están contados para devolver a la normalidad el tránsito vehicular por la vía Cúcuta-Ocaña.
Según el Instituto Nacional de Vías, Invías, los trabajos para superar la emergencia que provocó la avalancha del río Tarrita el pasado 31 de mayo y que dejó incomunicados a los nortesantandereanos por esta vía, avanzan a buen ritmo.
En esa zona de El Tarrita el Batallón de Ingenieros Militares ya instaló uno de los dos puentes, el del paso conocido como El Turco, y ahora avanza con el puente sobre el río Tarrita, con una extensión de 67 metros.
El Invías informó ayer que el avance de los trabajos en este último puente ya está en un 75 por ciento, lo que augura buenas noticias para los nortesantandereanos, que podrán usar esta vía a partir del próximo 1 de octubre, plazo fijado por esta entidad para habilitar la movilidad.
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Luego de superar las pruebas de carga en el puente metálico sector El Turco para vehículos livianos y de carga con peso de hasta 52 toneladas, las actividades ahora están centradas en consolidar los terraplenes en las zonas de acceso a la estructura para mejorar el tránsito de vehículos.
En el sector El Tarrita, el Invías emprendió trabajos que consisten en la colocación de geocontenedores (sacos de gran tamaño llenos de material) con el fin de que no se formen lagunas en ese lugar debido a la creciente del río.
Con esas actividades se pretende formar una zona compacta para construir allí los terraplenes, que tendrán una extensión de casi 300 metros. Posteriormente vendrá la construcción de los estribos, para luego terminar de instalar el segundo puente metálico de 67 metros de longitud en dicho sector, el cual fue el que más sufrió por la avalancha.
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“Desde el Invías seguimos focalizados en habilitar el corredor vial en las próximas semanas. Las pruebas de carga en el puente metálico en el sector El Turco, gracias a las actividades coordinadas con el Comando de Ingenieros Militares, fueron satisfactorias y eso nos da pie para continuar con los trabajos finales que permitan instalar el segundo puente metálico”, dijo el subdirector de Gestión de Riesgo del Instituto, Víctor Hugo Ríos.
Para desarrollar los trabajos finales en la instalación del segundo puente metálico es necesario subir el nivel de la vía a lo largo de un tramo de 300 metros, tanto del lado de Sardinata como el que va hacia Ocaña, actividad que se conoce como terraplenes, pendientes necesarias para habilitar el paso en esa zona, explicó.
El Invías reiteró el llamado a la prudencia a los usuarios viales para que no atraviesen el río de la forma en que lo hacen, lo cual no está autorizado y son acciones peligrosas ya que en algunos días se han presentado lluvias en la zona.
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