A poco más de siete meses para el fin de su mandato, el presidente Gustavo Petro llegó por tercera vez al municipio de El Tarra para inaugurar la sede del Colegio Universidad en la vereda Bracitos, un complejo de aulas modulares que junto a la Universidad del Catatumbo, contigua a la sede, conformarán la llamada ciudadela del conocimiento en esa zona de Norte de Santander.
Este hecho se traduce en el cumplimiento de una promesa que hizo el mandatario nacional al inicio de su administración, y que fue apostar al fortalecimiento de la educación, como pilar esencial para la construcción de la paz.
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“Me complace decirles que esa promesa de la primera visita se ha cumplido y se van a cumplir más, porque este es un proceso de más sedes universitarias en todo el Catatumbo, ya van más de 1.800 estudiantes universitarios”, destacó Petro.
Del mismo modo, resaltó que lo hecho en esta subregión demuestra que la paz es posible, y consiste en “transformar el territorio con un sentido de progreso social, que al no ser excluido del progreso de un país, no habrá allí oportunidad para la guerra, ni el conflicto”.
Destacó que por esa razón el presupuesto del Ministerio de Educación es el más robusto de su administración, el cual para 2026 será de 88 billones de pesos, 38 billones más que el recibido al inicio de su gestión.
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“Es un crecimiento sustancial, más allá del factor inflación, por eso he pedido que se hagan auditorías, para evitar que se pierda un solo peso, pues es una inversión muy grande, sobre todo para la niñez y la juventud, que lo es todo para Colombia”, señaló Petro.
Durante el evento, en el que Petro estuvo acompañado por el ministro de Educación Daniel Rojas; el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar y el alcalde de El Tarra, Eider Rojas, el principal clamor fue que la obra de construcción de la Universidad del Catatumbo se termine a tiempo, así como que su proyecto de creación se apruebe en el Congreso, para que esté a disposición de los jóvenes muy pronto.
Frente a este pedido, el presidente Petro señaló que si bien es prioridad consolidar la planta física, el espíritu del servicio universitario ya existe en las aulas modulares que conforman esta institución, inspirada en el modelo educativo de antaño, y que el propio Petro puso a prueba cuando fue alcalde de Bogotá.
La construcción del Colegio Universidad de El Tarra tomó menos de 6 meses y cuenta con 5.600 metros cuadrados, de los cuales 1.760 fueron intervenidos para iniciar 2026 con 11 aulas, laboratorios, planta agroindustrial, biblioteca, sala de sistemas, cancha, zonas verdes y más.
La troncal de la paz
Durante su intervención, el presidente Petro reiteró la necesidad de invertir en la consolidación de las vías para esta región, especialmente la troncal del Catatumbo, o lo que él llamó ‘la troncal de la paz’, que conecta la vía Astilleros-Ocaña-Convención-Tibú-La Mata.
“Esa carretera tiene recursos para el año entrante”, aseguró Petro, a la vez que reiteró que será un proyecto ejecutado por el Ejército, por lo que pidió colaboración a ese componente militar para priorizar el proyecto, “la troncal de la paz se hace porque se hace”, manifestó el presidente.
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En este punto, Petro aprovechó para recordar que los proyectos sociales como el de las vías, o el de sustitución de cultivos, que hacían parte de los decretos de Conmoción Interior, fueron ‘tumbados’ por la Corte -a su juicio- por detalles de forma.
“Dejaron en cambio los de las armas, que son importantes, pero necesitamos los otros, que iban a permitir construir las bases para evitar nuevas confrontaciones. Eso debe reflexionarlo la Corte, yo ya voy de salida”, dijo.
Añadió que “nuestra propuesta es un Catatumbo que le pertenezca a la gente trabajadora, que sea un lugar donde puedan vivir en paz”, y agregó en este sentido, que su expectativa es ver la carretera terminada, pero también la sede de la Universidad del Catatumbo, “que no se nos convierta eso en un elefante blanco”.
Además de la entrega del Colegio Universidad en El Tarra, en horas de la mañana fue inaugurado el Megacolegio Fundación Pies Descalzos en Tibú, una institución que amplia la oferta educativa en la región y beneficiará a 1.200 estudiantes.
Además de mejorar la calidad educativa, estas obras impulsan la economía local mediante la contratación de mano de obra del territorio, articulada con líderes comunales y el pueblo Barí.
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