Hace una semana, el Gobierno nacional declaró situación de desastre natural en todo el país por el aumento de la vulnerabilidad en los territorios debido a la temporada de lluvias, destacando que Norte de Santander ha sido una de las regiones afectadas por las fuertes precipitaciones que se han presentado, dejando afectaciones en varios municipios.
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Y esta semana, se emitieron nuevas directrices de contingencia, que cada departamento deberá aplicar, para garantizar una respuesta oportuna frente a los riesgos que afectan a la población en la segunda temporada de lluvias.
En este sentido, se han priorizado varias acciones: cada departamento debe identificar cuáles son las zonas más vulnerables a inundaciones y deslizamientos, en conjunto con los comités de gestión de riesgo y determinar los posibles impactos en la salud pública.
Asimismo, deben actualizar los planes de contingencia y de respuesta ante emergencias climáticas, así como fortalecer la atención en los centros de salud para garantizar la atención oportuna en comunidades afectadas.
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Y, adicional a esto, deberá fortalecerse la vigilancia epidemiológica, para detectar y mitigar la propagación de enfermedades asociadas a la temporada de lluvias, como infecciones respiratorias agudas, enfermedades transmitidas por vectores (dengue, malaria, chikungunya, zika) y enfermedades vehiculizadas por agua (enfermedad diarreica aguda, hepatitis A y fiebre tifoidea).
Asimismo, han emitido recomendaciones claves para las comunidades, con el fin de reducir los riesgos que se puedan presentar, solicitando mantener desagües y alcantarillas despejados para prevenir inundaciones, evitar el almacenamiento de agua en recipientes abiertos, que puedan convertirse en criaderos de mosquitos, consumir agua potable, hirviéndola o desinfectándola en caso de duda sobre su calidad, disponer correctamente los residuos sólidos para evitar la proliferación de plagas y utilizar mosquiteros y repelentes como medida preventiva contra enfermedades transmitidas por vectores.
Plan de contingencia en Norte de Santander
En el departamento, desde la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres informaron que se tiene un plan de contingencia estructurado en 3 fases.
La primera de ellas ha sido la de preparación y alistamiento, que incluye el seguimiento a las alertas que emite a diario el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
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Mientras que la segunda fase corresponde a la preparación y alistamiento, en donde han realizado obras de mitigación en áreas críticas y mantenimiento preventivo de la infraestructura vial, así como desarrollado capacitaciones sobre planes comunitarios de emergencia y gestión del riesgo en varios municipios.
Además, han articulado acciones con los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres, emitiendo recomendaciones a las alcaldías para atender cualquier emergencia que se pueda presentar a causa de las lluvias.
Y en la tercera fase relacionada con la atención y respuesta, han manejado varias emergencias en el departamento en municipios como Bochalema, Cucutilla, Teorama, Toledo, Arboledas, Chitagá, Tibú, San Calixto, Mutiscua y Cáchira, entre otros.
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Igualmente, han gestionado el banco de maquinaria amarilla del departamento para habilitar vías con derrumbes, remover material como lodo, piedras, volver los afluentes hídricos a su cauce, entre otras acciones.
También han fortalecido las entidades operativas y de apoyo a la respuesta a emergencias del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y se ha instalado la sala de crisis o Puesto de Mando Unificado departamental que funciona 24/7.
Además, se ha realizado la evaluación de daños y análisis de necesidades a sectores afectados, precisando que, se está culminando el informe final para enviarle a la Ungrd.
Y, en esta fase, también han hecho entrega de ayudas humanitarias de emergencia a la población afectada por la temporada de lluvias, destacando que, en lo que va del año se han entregado 1.347 kits a Chitagá, Tibú, Bucarasica, Teorama, Arboledas, Ábrego, Los Patios, Villa Caro y Pamplona.
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Sigue la calamidad pública
La Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres informó que, la calamidad pública que fue decretada en junio de este año, en el marco de la Ley 1523 de 2012, se encuentra activa y con posibilidad de prórroga.
Una medida con la que se busca fortalecer la capacidad de respuesta institucional del departamento para atender la situación y proteger la vida de los nortesantandereanos, lo que se traduce en que, ante cualquier emergencia ocasionada por las lluvias, las respuestas de las autoridades deben ser inmediatas y los procedimientos no tengan que pasar por tantos trámites burocráticos y así atender a los damnificados cuanto antes.
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