Como una falta de respeto a los recintos sagrados dedicados a la promulgación de los principios espirituales de la Iglesia católica fue calificada la actitud de un joven que se tomó fotografías en el interior del templo de San José y las difundió por las redes sociales.
 
El obispo de la diócesis de Ocaña, monseñor Orlando Olave, lamentó el suceso y anunció un proceso encaminado a sentar un precedente para que esas conductas no se vuelvan a repetir en esta zona del país.
 
Aunque el ciudadano, Julián Andrés Martínez, abogado de profesión y estudios especializados de arte en Nueva York y Berlín, Alemania, ofreció disculpas indicando que fue mal interpretado por la gente al intentar tomar unas imágenes artísticas. 

El pueblo católico está indignado por la burla y el daño está causado como una ofensa al clero que estará tomando las acciones pertinentes.

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El caso se encuentra en manos de las autoridades competentes debido a la profanación del templo y el irrespeto a los elementos utilizados en el culto católico.
 

Irrespeto al lugar sagrado

El rechazo fue masivo en Convención. Ángel Arsenio Rincón, docente y miembro de la comunidad, que este es un acto que va en contra de la religión católica ya que empaña la imagen de un pueblo trabajador y atenta contra la idiosincrasia del pueblo.

Pidieron a las autoridades mano dura para neutralizar esos comportamientos y a los padres de familia inculcar valores éticos y morales entre los jóvenes para que respeten la libertad de culto.
 
“Con profunda indignación denunciamos un acto de profanación dentro de nuestra iglesia San José de Convención. Una persona ha ingresado al templo no con el fin de orar o reflexionar, sino para tomarse fotografías con poses inapropiadas, cubriendo los ojos de Jesucristo y sentándose de manera irreverente en la silla principal del sacerdote, un lugar sagrado destinado a la liturgia”, aseguraron a través de un comunicado.

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“Independientemente de sus creencias personales, se exige respeto por los espacios que, para los creyentes católicos, son sagrados. Profanar un altar y burlarse simbólicamente de la fe de toda una comunidad no es libertad de expresión, es una falta de cultura, sensibilidad y educación espiritual”, agregaron.

Menoscabo de los principios espirituales

El obispo de la diócesis de Ocaña, monseñor Orlando Olave, rechazó rotundamente esas actitudes de personas que no entienden la importancia de los elementos sagrados.
 
“Son aspectos simbólicos que más allá de lo espiritual para nosotros es fundamental, termina siendo una agresión a un valor religioso que tenemos en el fondo. Tomaremos las medidas con la autoridad competente para que la persona responda por esos actos que afecta la fe entre las comunidades”, recalcó el alto prelado de la iglesia católica.
 
Explicó que litúrgicamente es un acto de agresión, pero no una profanación porque no se dañó ningún elemento espiritual, ni una imagen. “Son unos actos obviamente indelicados poco inteligentes e invitamos a esta persona que sea capaz de reconocer que no se puede volver famoso de una manera tan negativa, por ahí queremos enfocar este momento tan doloroso”, añadió.

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Al ser consultado sobre una posible excomunión por ese sacrilegio, afirmó que esa figura se utiliza en actos más fuertes, y delegó al párroco William Pérez, una inspección minuciosa para determinar si hubo detrimento de los bienes espirituales.

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