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Horror en El Rodeo I: colombianos narran su calvario en cárceles venezolanas
Entre el 22 de septiembre de 2024 y el seis de enero de 2025 fueron detenidos los 17 colombianos que recuperaron su libertad el pasado viernes en el puente internacional Atanasio Girardot, dice que su pecado fue estar en el momento y dia equivocados.
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La opinión
La Opinión
Domingo, 26 de Octubre de 2025

Decir que los 17 colombianos, liberados el pasado viernes en el puente internacional Atanasio Girardot, vivieron una pesadilla en Venezuela, no es exagerado ni escandaloso, sobre todo cuando sus relatos superan de lejos los límites de un mal sueño. 

Detenidos entre 22 de septiembre de 2024 y el seis de enero de 2025, estos 17 colombianos coinciden en reconocer que su único pecado fue haber estado el día equivocado, en el momento equivocado. 

Y es que lo que muchos de ellos ignoraban era precisamente el ambiente de tensión política y social que reinaba en Venezuela por esos días, tras las elecciones del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro se autoproclamó presidente, ante la denuncia de fraude por parte de la oposición. 

En ese contexto, el gobierno venezolano endureció los controles de seguridad, especialmente en su zona de frontera, donde se sospechaba hasta de las sombras. 


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De esa paranoia de Estado terminaron siendo víctimas decenas de colombianos que, sin tener ni siquiera un antecedente o anotación penal, fueron señalados de ser mercenarios, de participar en delitos de reclutamiento, paramilitarismo y terrorismo con fines desestabilizadores del gobierno de Maduro, y siendo, en consecuencia, tratados como tal. 

La Opinión recogió el testimonio de varios de ellos, quienes fortalecidos por el hecho de estar de nuevo en su país y rodeados de los suyos, sintieron la confianza de hablar sobre los momentos más oscuros de sus vidas. 

Trato inhumano

Recién liberado, el cucuteño Oscar Viera ríe mientras carga a su pequeño hijo en brazos y bromea con familiares y amigos sobre la situación que acabó de vivir. Es una manera de soltar la tensión de los días duros y volver a sentir la libertad. 

Viera fue detenido el 18 de octubre de 2024, cuando cruzó la frontera para viajar por tierra a la ciudad de Valencia. Pese a llevar su pasaporte debidamente sellado, en un punto de control se le hizo bajar del vehículo en que iba, presuntamente tras detectar que portaba visa americana.

Colombianos liberados.

En pocas horas y sin oportunidad para defenderse -como ninguno de los colombianos detenidos en el vecino país- Oscar fue trasladado por funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM) a la cárcel de El Rodeo I, la prisión de máxima seguridad de ese país, donde se encuentran recluidos la mayoría de connacionales.

Oscar, empresario y deportista aficionado, relató que “el trato fue inhumano desde el día uno” hasta la entrega en el puente el pasado viernes. Describió como “terribles” los días en esa prisión donde -aseguró- “se come en una letrina”, esto en relación a la ausencia de un sanitario que aislara los malos olores en las celdas.

Al respecto, Alexander Sánchez, el conductor de aplicación detenido el pasado 29 de agosto en el puente de Tienditas, por transportar a dos ciudadanos que no portaban sus documentos originales, liberado 37 días después, ilustró desde su experiencia cómo es El Rodeo I. 

Describió que el complejo carcelario se compone lo conforman tres torres de cuatro pisos, con 24 celdas por planta y capacidad de 48 detenidos, por sección, en razón de dos presos por cubículo 2 por 3 metros, totalmente sellados con barrotes y latas, con dos pequeñas ventanas, una que da al pasillo interno y otra al patio grande, al que él no llegó a tener acceso. 

Las camas son dos planchas de cemento, con un delgado colchón que apenas separa la espalda del concreto; detrás está una letrina, donde deben hacer sus necesidades, pero además bañarse. Ese pozo expide olores nauseabundos, que provocan afecciones respiratorias y problemas en la piel. 

Guerrilleros y paramilitares

Amin Hernández, Ignacio Moña y José Ignacio Hurtado, con residencia en el Valle del Cauca, fueron detenidos al mismo tiempo el 23 de noviembre de 2024, cuando cruzaban el río Apure desde Puerto Carreño a Puerto Paez, del lado venezolano, rumbo a la finca de un general (r), para trabajar en labores agrícolas. 

Construir un lago para desarrollar piscicultura y comenzar trabajos para la instalación de paneles solares, eran algunas de las tareas que tenían encomendadas estos hombres, pero nunca pudieron llevarse a cabo. 


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“Nos detuvo la brigada marítima del Dgcim, nos revisaron todos los documentos, revisaron el equipaje y no consiguieron nada, ya por último nos dijeron que por ser colombianos éramos guerrilleros o paramilitares”, manifestó Hernández. 

El hombre aseguró que no se dejó intimidar ante el insulto y replicó varias veces lo que le decían los uniformados, hasta que le callaron la boca con cinta y lo encerraron en un carro, donde lo dejaron 36 horas sin comer. 

Fueron trasladados al Rodeo I, donde los recibió el director, quien les advirtió que “solo Dios los va a sacar de aquí”. Acto seguido los mandó a un calabozo, donde estuvieron aislados por seis meses. 

Moña agregó que fueron los días más tristes de su vida, sin poder saber nada de su familia, sin poder ver el sol por más de 10 minutos. 

Los hombres aseguran que se salvaron de la muerte porque la persona que los había contratado fue a abogar por ellos, aunque al parecer esa acción habría significado la cárcel también para él. 

Óscar Viera libre junto a su hijo.
Maltrato físico y psicológico

Del grupo de colombianos liberados el pasado viernes, David Josué Misse Durán es el que más tiempo estuvo en prisión. De ocupación mototaxista, este cucuteño fue detenido el 22 de septiembre de 2024 en el punto de control de Peracal, cuando hizo un servicio a un ciudadano peruano con residencia estadounidense. Esa fue su condena. 

Con la voz entrecortada, David Josué narró los castigos físicos y psicológicos que sufrió durante los 397 días que permaneció injustamente preso. Habló de los castigos que recibió durante su traslado a Caracas, mostró las marcas tras una sesión de tortura con descargas eléctricas en uno de los comando policiales antes de llegar al Rodeo I. 

Entre las escenas más impactantes que tuvo que presenciar están las huelgas de hambre y los intentos suicidas de varios compañeros que, ante el encierro injustificado, tomaron productos de limpieza, como cloro o desinfectante, mientras que otros alcanzaron a cortarse el cuello y las venas, en un intento por poner fin al calvario. 
 


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David Misse fue liberado luego de 397 días de injusta prisión.

Como parte de las torturas están los interrogatorios con polígrafo, por el que pasó Alexánder Sanchez, a quien también golpearon hasta por la traición histórica de general Francisco de Paula Santander al Libertador Simón Bolívar. 

Técnicamente, este amargo capítulo queda cerrado para este grupo de colombianos, aunque ahora todos deberán trabajar en la sanación de sus heridas físicas, pero sobre todo psicológicas. 

Por su parte, desde el gobierno colombiano la canciller Yolanda Villavicencio ha dicho que se ha trabajado en un protocolo para garantizar la no repetición, entendiendo que la mayoría de ciudadanos que fueron detenidos no estaban en Venezuela por propósitos distintos a temas personales, al mismo tiempo dijo que la recomendación es que no vuelvan al vecino país. 

 

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