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Ocaña
Muralismo: pintando la memoria y cultura ocañera
Las obras saltan de las galerías a las calles.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Categoría nota
Domingo, 8 de Octubre de 2023

Personajes con una huella imborrable en la sociedad, acontecimientos que marcaron un hito en el proceso evolutivo de los pueblos, el patrimonio cultural de los ancestros y las reliquias utilizadas para perpetuar la historia cobraron vida en la memoria durante el Primer Encuentro Nacional de Muralismo que terminó ayer en Ocaña. 

Episodios trascendentales como la llegada de los conquistadores al valle de los indios Hacaritama, las heroínas representadas en Agustina Ferro y Leonelda Hernández; los arrieros que abrieron paso a lomo de mula e ilustres hijos de la Hidalga Villa como el poeta José Eusebio Caro. Además de artistas, comidas típicas, milagros, mitos y leyendas quedaron pintadas con la tinta indeleble de la imaginación en las paredes de las viejas casonas de la comarca.


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Estas obras de arte que salen de los museos, saltan de las galerías a las calles para mantener vivas las tradiciones populares a través del muralismo donde se pone a prueba la creatividad.
 

Caminar por las emblemáticas calles empedradas del barrio La Costa de Ocaña es recordar a través de imágenes el pasado de la ciudad.  / Fotos cortesía
 
Arte con aroma de café

El evento fue patrocinado por los caficultores del Catatumbo, quienes promueven el grano para fortalecer la agroindustria en esta zona del país. El vocero de esa agremiación, ingeniero Armando Amaya Álvarez, resaltó la presencia de 15 expositores de talla nacional e internacional para sensibilizar a los pueblos mediante la conjugación de colores en el arte callejero.  

“El vestigio más reconocido a nivel mundial son las cuevas de Altamira en España donde hace 35 mil años, los seres humanos de la época plasmaron bisontes, animales como el comienzo del muralismo”, precisó.

Otra razón poderosa es la forma de expresión de la rebeldía consolidada en América Latina a partir de 1910 cuando triunfó la revolución mexicana y se impusieron las ideas de izquierda. “Las galerías eran sitios exclusivos de las grandes élites sociales y las representaciones de esa realidad se popularizó plasmando el sentir de la gente en las paredes”, reiteró.


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Reconoce el papel de los aztecas para plasmar esas situaciones en murales como referentes a nivel mundial apoyando a los movimientos obreros.
 

Caminar por las emblemáticas calles empedradas del barrio La Costa de Ocaña es recordar a través de imágenes el pasado de la ciudad.  / Fotos cortesía
 
Pasillos de la recordación

Caminar por las emblemáticas calles empedradas del barrio La Costa de Ocaña es recordar a través de imágenes el pasado de la ciudad, anota el gestor cultural Mario Castellanos Chinchilla.

En las paredes de las casonas resalta la figura del mítico personaje Antón García de Bonilla; el músico Rafael Contreras Navarro, y los escritores José Eusebio Caro y Adolfo Milanés. También aguateros, lavanderas, arrieros, templos, Jesús Nazareno, Jesús Cautivo, la Gran Convención, el fundador Francisco Fernández de Contreras y monumentos de la ciudad.

El artista visual Alexander Motta Pallares les dio la bienvenida a los invitados especiales entre los cuales aparecen de Centroamérica, los guatemaltecos: Dévora Samantha Aquino Calet, Bairon Alberto Chaid Camario, Paulo Cesar Rubio y Honduras Dalia Nayely Balmaceda Gómez. Además de 14 pintores colombianos quienes plasmaron las distintas temáticas en las fachadas.


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Motta Pallares manifestó que las imágenes sirven de catalizadoras para la lograr la sensibilidad de los pueblos.  Esa tendencia “mueve la conciencia de un ciudadano y una sociedad en general. El movimiento pictórico permea todas las estructuras causando gran impacto con el rescate del arte”, señaló.
 

Caminar por las emblemáticas calles empedradas del barrio La Costa de Ocaña es recordar a través de imágenes el pasado de la ciudad.  / Fotos cortesía
 
Ocaña reflejada en las paredes 

“El muralismo sirve para representar la huella de los antepasados e impulsar los atractivos turísticos de la región”, explicó el promotor cultural Mario Castellanos Chinchilla.

Motta Pallares, maestro del Instituto de Cultura y Bellas Artes, organizador del evento, resaltó la función del muralismo para enseñar de una manera pedagógica el contexto histórico de la región.  Los murales requieren de una investigación que busca la transformación del pensamiento humano. Es una especie de alimento que nutre el alma, exclamó.


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Desde hace varios años, Castellanos Chinchilla promueve los murales en los sectores históricos de la ciudad, previo estudio y respectivos permisos otorgados por los propietarios de las viejas casonas.


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