Hablar de la Comuna 10 de Cúcuta es complejo, pues en ella hay algunos barrios y sectores en los que desde hace más de 20 años se enquistó el microtráfico sin que ninguna autoridad haya sido capaz de erradicarlo. Esa problemática ha dejado en el último año 19 homicidios.
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Diferentes comandantes de la Policía Metropolitana y alcaldes de la ciudad han asegurado que este flagelo en esa parte de la ciudad ha ido pasando de generación en generación, a través de varias familias que residen allí.
Un claro ejemplo de esta herencia del microtráfico es lo que pasa en sectores como La Tomatera, la Curva Pelelojo y la cancha El Burro, donde a pesar de las constantes operaciones que han ejecutado las autoridades, bajo la dirección de la Fiscalía, no han logrado acabar con el narcomenudeo, pues cada vez que hay una acción, sale un nuevo jefe que maneja ese negocio ilícito o quienes han sido capturados, siguen dando órdenes desde la cárcel como lo hace Dani Fabián Hernández Rincón, alias Ñuñú.
Y precisamente hace 11 días se dio la captura de Franklin Yesid Sánchez, alias Piojo, quien es considerado en estos momentos uno de los articuladores del microtráfico y los asesinatos en esta zona de Cúcuta. Por eso, la Fiscalía lo había calificado como un objetivo de alto valor, por lo que se trazó la meta de detenerlo antes de que se acabara el primer trimestre de 2023.
Pero esa aprehensión no garantiza que se acabe la comercialización de drogas al menudeo en barrios como Santo Domingo, Cuberos Niño, Alfonso López, San José, Circunvalación, Camilo Torres, La Cabrera, Puente Barco, entro otros que conforman la Comuna 10, porque ‘Piojo’ solo sería el líder de una de las tantas bandas de expendedores y sicarios que hay en esa zona y que mantienen una guerra por el control del territorio.
“Claro, la captura del ‘Piojo’ no acaba con esa problemática, pero sí ayuda a frenar los homicidios en esa zona y a que haya una desestabilización en esa organización que él dirige, pero también tenemos otros objetivos en la mira como Carlos Alexander Díaz Rojas, alias Carlos Pecueca”, comentó una fuente judicial.
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La pelea a muerte
El pasado 10 de febrero, en la calle 20 con avenida 8, del barrio Cuberos Niño, se registró una escena de película de pandilleros, al mejor estilo de Hollywood, donde un combo de hombres armados se enfrentó a bala contra un par de motorizados.
El resultado final de ese hecho fue la muerte de Ángel Gabriel Peña Lemus, alias Lamborghini, mientras que Geovany Alejandro Flórez Sánchez, conocido como ‘Yuyito’, resultó herido. Además, las autoridades recogieron más de 50 vainillas que quedaron regadas por el lugar y se conoció del robo de dos pistolas a los presuntos delincuentes baleados.
Peña Lemus, quien murió, era uno de los sicarios de confianza de alias Piojo, mientras que ‘Yuyito’ es su hermano. El impresionante ataque dejó claro lo que está pasando en ese sector.
Veintitrés días después, en la avenida 17 con calle 14 del barrio El Contento, un motorizado asesinó a un menor de 16 años, a quien conocían como ‘Arley’ y, quien según versiones judiciales, estaba inmerso en algunos delitos.
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Aunque estos dos recientes hechos se registraron en diferentes barrios, tienen relación, pues fueron cometidos en medio de esa guerra que hay por el control del microtráfico en la Comuna 10 de Cúcuta, entre Franklin Sánchez y ‘Carlos Pecueca’.
Y esa pelea se ha hecho tan visible, que hasta en redes sociales hay cruces de mensajes entre las dos bandas, como quedó demostrado luego del homicidio de ‘Arley’, que en varios escritos cuentan cómo van en hechos violentos: “Ay carlitos, salga papito, porque nosotros no las silbamos… 3 a 1 ganando jajajaja”, así lo escribió alguien con un perfil falso de Facebook.
Mientras que otra persona respondió: “va 1 a 1, los otros dos no cuentan”. Todos estos mensajes están siendo analizados por las autoridades.
Esos mensajes hacen referencia a tres hechos violentos que han dejado cuatro homicidios. El primero se dio el 1 de febrero, cuando dos adolescentes, de 17 años, fueron asesinados a bala en la avenida 8 con calle 27, de Santo Domingo; el segundo se dio nueve días después contra ‘Lamborghini’ y ‘Yuyito’, en Cuberos Niño, y el tercero fue el crimen de ‘Arley’, en El Contento.
Según se conoció, estos sucesos ya están siendo investigados por las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) y ya tendrían identificados plenamente a los asesinos.
“Las muertes de varios consumidores, especialmente en los barrios Cuberos Niño, Santo Domingo y Alfonso López, también se han dado, porque no son fieles a las ‘ollas’ que dominan ‘Carlos Pecueca’ o ‘Piojo’, pero desde principio de febrero comenzaron a asesinarse entre ellos”, indicó la fuente.
Y precisamente, la Fiscalía tiene activa la línea de celular 3175157698 para recibir más información sobre los hechos violentos de Cúcuta.
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De amigos a enemigos
Las autoridades han logrado establecer que el microtráfico entre Cuberos Niño, Santo Domingo, Alfonso López, San José, Circunvalación, Camilo Torres y alrededores del Cementerio Central de Cúcuta, entre otros barrios, siempre habría sido controlado por Dani Hernández Rincón, alias ‘Ñuñú’; Rodolfo Peñaranda Hernández, conocido como ‘Canoso’; Audiel Enrique Isidro Arredondo, ‘Cabezón’ y Carlos Díaz Rojas, ‘Carlos Pecueca’.
“Las ganancias son bastantes, por lo menos cada ‘olla’ puede dejar entre 5 y 10 millones de pesos, diariamente. Pero curiosamente se va preso ‘Ñuñú’, mientras que al ‘Canoso’ y ‘Cabezón’ los mataron y no se sabe quién lo hizo. Entonces, quedó comandando ‘Carlos Pecueca’ y comenzó a reclutar menores de edad y a un tipo que conocían como ‘Zabala’, pero a él también lo asesinaron”, contó otra fuente judicial.
Añadió: “‘Carlos Pecueca’ en un comienzo tenía de sicarios al ‘Piojo’, ‘Yuyito’, ‘Breiner’, ‘Fossi’, ‘Lamborghini’, ‘Arley’ y ‘Kike’, ellos siempre le cuidaron el negocio y hasta eran contratados para cometer asesinatos en Cúcuta y el área metropolitana”.
Pero a finales del año pasado ‘Piojo’ y ‘Carlos Pecueca’ rompieron relaciones a raíz de que Marco Andrey Fossi Rodríguez, otro sicario que conocen con el alias de Fossi, le habría robado un fusil al ‘Piojo’.
“Lo que sabemos es que cuando eso pasó, ‘Carlos Pecueca’ los reunió a ellos y les dijo que arreglaran por las buenas ese problema, pero el ‘Piojo’ y ‘Fossi’ dijeron que no y que se iban a matar”, comentó la fuente judicial.
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Agregó: “ante eso, Franklin Sánchez decidió abrirse de la organización de Carlos Díaz y montó su banda y con él se fueron ‘Yuyito’, ‘Lamborghini’ y ‘Breiner’, lo que dejó a ‘Carlos Pecueca’ sin los mejores sicarios”.
Según la fuente, ‘Carlos Pecueca’ siempre ha estado inmerso en el microtráfico y manejo de dinero ilícito, mientras que el ‘Piojo’ era quien se encargaba de los ajustes de cuentas, matando a quien no les ‘copiaba’. Los dos comenzaron a surgir luego de la captura de ‘Ñuñú’.
“Carlos Díaz y ‘Piojo’ comenzaron a delinquir bajo órdenes de ‘Ñuñú’, pero cuando este expendedor fue capturado y enviado a la cárcel, ellos comenzaron a hacer de las suyas, a pesar de que Dani Hernández siguió dando órdenes desde prisión. Como ellos ya conocían cómo funcionaba el negocio, decidieron montar su propia banda. A cada ‘olla’ le cobran hasta $200.000 diariamente”.
La fuente judicial explicó que cuando ‘Ñuñú’ cayó preso, en diciembre de 2017, dejó a varios familiares encargados del negocio de microtráfico y la oficina de sicarios que tenía para los ajustes de cuentas, todos cumplían las órdenes que daba desde la cárcel, pero poco a poco se fueron alejando hasta montar su propio ‘imperio’ criminal.
“De ‘Carlos Pecueca’ tenemos que él toda la vida ha estado inmerso en el mundo criminal, pues su papá perteneció a las extintas Auc, lo conocían con el alias de ‘Carlín’ y tenía a cargo ese sector, pero luego a él lo mataron y quedaron a cargo dos de sus hijos”, sostuvo la fuente.
Agregó: “también conocimos que Carlos Díaz se ha mantenido bien, porque tiene el apoyo total de su compadre, ‘El Becerro’ (José Gregorio López Carvajal), quien fue cabecilla de Los Rastrojos. Este tipo se ganó $3 mil millones por haberle vendido la zona a los gaitanistas y con parte de esa plata es que han logrado mantener el control de las ‘ollas’ de esas zonas de la Comuna 10. ‘El Choro’, quien tiene un manejo grande de expendios de drogas en muchos barrios de Cúcuta, también es otro socio de ‘Carlos Pecueca’”.
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Los investigadores que le siguieron el rastro al ‘Piojo’ también conocieron que a él siempre le ha gustado matar con una pistola calibre 40 milímetros, “esa es la favorita de él y cada vez que se captura no se le encuentra, la tiene bien escondida. Él también se mueve en una moto Suzuki DR 650, de color blanco”.
Van por ‘Carlos Pecueca’
Con la captura de Franklin Sánchez, alias Piojo, ahora las autoridades han centrado su mirada en Carlos Díaz Rojas, porque después de varios años de seguimientos y de conformar un grupo especial, la Fiscalía logró recopilar buen material probatorio contra este hombre y así un juez dio el aval a una orden de captura contra él.
“Por primera vez un testigo declaró en contra de ‘Carlos Pecueca’ y lo señaló como responsable del homicidio de Ángel Gabriel Peña Lemus, alias Lamborghini, gracias a eso se está buscando para que responda penalmente”, sostuvo la fuente judicial.
A Carlos Díaz también le tienen una investigación por lavado de activos, desde el año pasado, y se espera que la Fiscalía saque adelante ese proceso para que le puedan llegar a aplicar extinción de dominio.
Las autoridades también han podido establecer y hasta quedaron sorprendidas al ver que ‘Carlos Pecueca’ tiene permiso para porte o tenencia de una pistola CZ, calibre 9 milímetros. ¿Cómo es posible que un delincuente como este tenga ese permiso?
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Las otras bandas
Pero a pesar de ese gran poder que han demostrado ‘Carlos Pecueca’ y ‘Piojo’ para controlar el microtráfico en la Comuna 10, las autoridades también tienen identificadas otras bandas conformadas por alias ‘Uzi’ y ‘Los Lobo’, quienes serían muy cercanos a la familia de ‘Ñuñú’. “Pero en este momento a ellos no los tenemos vinculados a algún homicidio, pero sí sabemos que están manejando las ‘ollas’ de Dani Hernández”.
La fuente judicial manifestó que, “también está delinquiendo en esa Comuna alias Titi. Él tendría control de una ‘olla’ y también estaría vinculado en al menos siete homicidios. Trabajó para ‘Carlos Pecueca’, pero como le mató a un amigo y, además, le robó algunas cosas a una familiar, pasó a estar en la lista de sus enemigos”.
Las autoridades también tendrían información de que Evert Carreño Corredor, alias Porras, estaría fraguando una unión con ‘Piojo’; Jhoswar Saúl Hernández Sanabria, mejor conocido como 'La S' o ‘Saúl’, y ‘Los Lobo’, para quitarle el imperio de las drogas a ‘Carlos Pecueca’.
Otra red de expendedores que también está manejando unas ‘ollas’ del mismo sector, se hace llamar ‘Los Puerto’. “En esta red están alias ‘Cántara’, ‘José’, ‘Coli’ y otro que tiene casa por cárcel, ellos también se denominan ‘El hampa seria de Cúcuta’ y estarían en contra de ‘Carlos Pecueca’”.
Y es que este negocio es tan rentable, que de la Comuna 10, todas las ‘ollas’, se estarían sacando hasta $50 millones diariamente y justo por esa enorme cifra es la que hoy provoca esa guerra a muerte.
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