Al inicio del periodo de sesiones del Congreso de la República en marzo próximo, será radicado un acto legislativo con el cual se propone que para el año 2022, se puedan unificar las elecciones de Congreso de la República con la primera vuelta presidencial, esto para que el país se pueda ahorrar al menos 400 mil millones de pesos, dinero que se podrá invertir en seguir atendiendo a los afectados por la pandemia del coronavirus.
El representante a la Cámara Alejandro Carlos Chacón, que es el impulsor principal de esta propuesta, aseguró que si estas dos elecciones se unifican en el año 2022, el país podría ahorrarse alrededor de 400.000 millones de pesos.
En Colombia, cada cuatro años se elige al Congreso en marzo y la primera vuelta presidencial se tiene programada para el último domingo de mayo. Para Chacón, en época de pandemia el mejor aporte que se puede hacer desde la clase política es tramitar esta reforma que ayudará a economizar una multimillonaria suma de dinero.
Además de contar con el respaldo político, el proyecto deberá ser votado en ocho debates, cuatro en primera vuelta y antes del 20 de junio y otros cuatro en segunda vuelta antes del 16 de diciembre, esto por ser una reforma constitucional.
El expresidente de la Cámara, plantea que sería por una sóla vez, es decir para el año 2022 y ya en el 2026 se retornaría la normalidad, “lo que se quiere es reducir los costos en materia de elecciones para aportar al mejoramiento de las finanzas del Estado”.
En los últimos ocho años la elección de Congreso de la República ha servido para que algunos partidos políticos puedan adelantar sus consultas en las que escogen a sus candidatos presidenciales, como pasó en 2018 cuando en dos consultas interpartidistas ganaron la nominación Iván Duque y Gustavo Petro.
El congresista recuerda que en las elecciones de 2018 se destinaron para la elección de Congreso 450 mil millones, y dos meses después para la primera vuelta se invirtieron 400 mil más para la primera vuelta presidencial, “destinar una cifra similar para el 2022 es un despropósito que no ayuda a mejorar las finanzas del Estado en medio de la pandemia ocasionada por el COVID-19 y más aún cuando se proyecta una recuperación económica”.
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