Profesional del derecho, con varios títulos académicos, un periodo como concejal de Cúcuta y su rol como dirigente del Partido Centro Democrático en Norte Santander, Juan Carlos Capacho le sigue sumando activos a su carrera de servidor público. Ahora se desempeña en el Ministerio de Defensa y es uno de los asesores del titular de esa cartera, Carlos Holmes Trujillo.
A su asesoría en asuntos de seguridad en las zonas de frontera, especialmente, agrega su interés en la promoción de proyectos para el departamento. Seguirá en el servicio público, con el fin de contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad, como lo expresa en esta entrevista con La Opinión.
¿Cuáles son sus nuevas responsabilidades en el Ministerio de Defensa?
Son múltiples las responsabilidades que me confía el señor ministro, como la delegación para representarlo en algunos asuntos, la orientación de la política de seguridad fronteriza con Venezuela, además de fortalecer estrategias de seguridad en la región que nos ha permitido dar resultados importantes en capturas de objetivos de alto valor de estructuras criminales, y mejorar los índices de seguridad en comparación con años anteriores como, por ejemplo, en Cúcuta, con una reducción del hurto a personas a un -22%, reducción del hurto a comercio un -39%, reducción del hurto a residencias un -29%, reducción de la extorsión un -23%, reducción del secuestro un -80% , lesiones personales una reducción de -20%, y un avance en erradicación manual en un + 697%.
¿Le han encomendado alguna misión en específico para Norte de Santander?
Orientamos la estructuración y gestión de proyectos estratégicos para la seguridad de la región, en articulación con Gobernación, alcaldías y Fuerzas Armadas, como lo son: el Distrito de Policía de Tibú y subestación de Las Mercedes; el Distrito de Policía de La Parada, Fuerte de Carabineros del Departamento, Distrito de Policía de Ocaña, base mixta de vigilancia, Plan de protección a la infraestructura y explotación petrolera, proyectos de video vigilancia, fortalecimiento al parque automotor de la Mecuc, entre otros.
Norte de Santander está entre los departamentos con más cultivos de coca, ¿ve posible la sustitución?
La coca es el mayor mal del país y se debe erradicar con contundencia. El Gobierno Nacional, con apoyo de los grupos móviles de erradicación y nuestras Fuerzas Militares, hacen un gran esfuerzo ofrendando hasta sus vidas para hoy alcanzar una meta de 226.856,9 hectáreas de cultivos erradicadas a nivel nacional y 9.888,3 hectáreas en el departamento de manera manual, pero no es suficiente, no es práctico, ni justo exponerlos, cuando podemos avanzar de manera segura y efectiva con la aspersión aérea de glifosato. Ahora, es posible y necesario sustituir con alternativas y es transversal la inversión social con presencia del Estado en la región, como se adelanta por parte del Gobierno.
¿Considera necesaria la reapertura de la frontera con Venezuela?
La historia de libre intercambio antecede al nacimiento de los dos Estados y es un derecho natural que nos asiste a los ciudadanos fronterizos. Mucho hemos sufrido desde que el tirano Maduro cerró la frontera unilateralmente expulsando a miles de compatriotas en esos días grises sucesivos al 19 de agosto de 2015. La situación de la COVID-19 mantiene un cierre responsable y temporal, pero deberá irse dinamizando de manera gradual y regulada, a medida que avancemos en la seguridad biológica, erradicación del COVID-19, control, organización y regulación de la migración.
¿Le preocupa la migración de venezolanos en la zona fronteriza?
Mucho. Es materia de atención especial desde el enfoque humanitario de seguridad con el plan Frontera Segura y el Conpes migratorio. Esta situación debe ser atendida en su origen por todos los Estados, como uno de los mayores problemas y desafíos de la humanidad. Esa diáspora debe ser regulada, controlada y segura. Los migrantes deben entender que al llegar a Colombia están sometidos, como todos los ciudadanos, al imperio de la ley y que aquí, quien la hace la tiene que pagar.
¿Qué piensa del funcionamiento de la actual administración de Jairo Yáñez?
Tiene el gran reto de gerenciar para responder en medio de las coyunturas tan extremas que vivimos. El coletazo de la dictadura en Venezuela, la emergencia de la COVID-19 y el desempleo, son situaciones graves ante las cuales creo que se necesita una administración ejecutiva, capaz de sacar adelante proyectos estratégicos. Tiene que convocar un gran acuerdo sobre lo fundamental, que es Cúcuta, con un amplio diálogo popular en lo social, económico y político.
¿Le sigue interesando la política?
Tengo 32 años. La mayoría de mi vida la he entregado con devoción al servicio de la comunidad y de lo público, al debate limpio en defensa de la democracia. Me he formado en la lucha, sin padrinazgos políticos, ni patrocinadores económicos y no me veo en otro escenario diferente al servicio. Además, déjeme decirle que no conozco “expolíticos”.
En lo público, ¿cuáles metas se ha propuesto?
Seguir sirviéndole a mi Nación. Asumo la responsabilidad de promover y ayudar a hacer realidad las cosas grandes para la región. También, vigilar e insistir en que se cumpla con la buena realización de los proyectos estratégicos que al recorrer el departamento, en precampaña con el entonces senador Iván Duque, propusimos y que hoy se vienen materializando.