La cucuteña Angélica Torrado, de 27 años, madre de dos hijas y psicóloga de profesión, se basó en sus experiencias para convertirse en una reconocida consejera y asesora de lactancia.
Creció en una familia de padres separados. Nada le ha sido regalado, por ello el mérito de cada escalón que ha ascendido. Todo lo que fue logrando lo consiguió a pulso.
Cuando era una adolescente añoraba ser mamá. Algo en el subconsciente le decía que su vida estaría dedicada en un futuro a servir de consejera de otras mamás en el arte de la lactancia.
Con la ayuda de una tía y trabajando en un call center en Bogotá pudo sacar adelante su carrera de psicóloga, no obstante, antes de terminar materias se enfrentaría al reto de ser mamá de su primer hijo.
La noticia no la tomó por sorpresa ni le fue tan traumática, pues ese siempre había sido su sueño.
“Por el contrario, seguí estudiando con más empeño y ganas”, dijo.
“Antes del embarazo hice medias matrículas o veía algunas materias para reducir costos, pero al enterarme de la llegada de mi bebé trabajé en la parte comercial del call center y cumplí todas las metas necesarias para sacar a mi niña adelante”.
Hizo prácticas en Avianca probando su suerte en el área de psicología organizacional pero, confiesa, allí no estaba su corazón.
“Existía la posibilidad de ganar más dinero, pero en el fondo no me daba una verdadera felicidad, yo quería hacer algo más social que tuviera un impacto en la gente con una resonancia capaz de transformar una vida”, relata Angélica.
“Mi labor debía estar enmarcada en mi familia, había demasiado en mí que trabajar y en mi familia”, agrega.
A principios de 2019 se terminó de graduar y finalizando el año surge su segundo embarazo.
Fue tan extenuante el cambió que le otorgó el embarazo que decidió estudiar paso a paso el proceso y cuidado de la salud mental en el embarazo postparto, lo cual fue una vivencia gestacional completamente distinta al llegar su segunda niña al camino.
“Es muy hermoso ser mamá, pero a su vez trae mucha ambivalencia, muchos altibajos, estás feliz, pero estas muy cansada. Te sientes bien que tu bebé esté a salvo, pero en el proceso sientes que te pierdes a ti misma”, cuenta.
Angélica ahora es consejera y asesora de lactancia, explica que su camino a encontrar la belleza de la lactancia se dio desde su primera bebé. Su trabajo de grado fue justamente sobre los factores psicosociales asociados a la lactancia, y al llegar su segunda bebé estudió la salud mental perinatal. Resalta el apoyo de su esposo quien fue muy comprensivo con el asunto y corresponsable a la hora de criar a sus hijas.
Al iniciar nuevamente a la vida laboral comenzó la pandemia y se tuvo que decir a si misma que lo mejor que podría hacer ahora era esperar, darse una pausa y mantenerse en casa. “Tuve que hacer una pausa para sentarme y ver que quería hacer con mi vida, entonces quise trabajar con otras mamás que pasaran situaciones similares para ayudarles contando mi historia, la historia de mi madre e integrar estos acontecimientos para darle vida a la nueva Angélica”.
La cucuteña Angélica Torrado, de 27 años, desde pequeña soñó con ser psicóloga. Hoy es consejera de lactancia y tiene un proyecto virtual en Instagram para ayudar a madres de todo el país. pic.twitter.com/6aVwC08yot
— Diario La Opinión (@laopinioncucuta) April 17, 2021
Asesoría a las mamás
Teniendo la idea de ayudar a otras madres y mostrarles el arte de la maternidad, nace la idea de un proyecto que acompañara por medio de asesoría psicológica los procesos maternos que llevan las mujeres colombianas desde la plataforma de Instagram: @soyamarte.angel
El nombre surge de buscar un juego de palabras entre las palabras MAMÁ, AMAMANTAR y AMAR, pues todas están unidas por un contexto que las hace ser esas palabras y no otras distintas.
“Quería integrar el amor porque es una pieza clave y fundamental en la maternidad, en una de las clases se me quedó la idea artística de ser madre, porque el arte expresa el sentir del artista y cuando lo apreciamos vemos subjetivamente nuestra propia interpretación del arte de acuerdo con nuestra vida”.
El arte de la maternidad, explica la psicóloga, es visto desde el amor, la dedicación y satisfacción, pero también la tristeza, nostalgia, ansiedad y miedo. Cuando se observa una madre, no solo se aprecia una sola persona, es todo un sistema creado por su particular realidad que la sostiene a ella y en si misma sostiene a su hijo, ese proceso emula arte y es algo muy importante que rescatar hoy en día.
Angélica ahora trabaja creando talleres psicológicos para mamás, y en lo que va del año lleva 6 jornadas cumplidas.
Paralelo a esa actividad ha atendido 20 mamás en consultas personalizadas entre psicología y lactancia. “Mensualmente entre talleres y mamás con tele consultas vienen siendo alrededor de 50 personas, y para ir empezando con el proyecto me parece una gran acogida, siento que es una labor muy importante y mi idea es ayudar a todas las madres que se me crucen en el camino de aprender a ser mamá”.
Lo más satisfactorio en su trabajo es encontrar el agradecimiento en otras mamás, ver que llegan mujeres con la confianza destruida por diversas situaciones que no pueden lactar y después de pocas sesiones encuentran que sus procesos de lactancia mejoran, donde la tristeza y depresión son reemplazadas con la tranquilidad de entender que, aunque hay días buenos y malos, cada madre es suficiente para su hijo.
En estos momentos Angélica está radicada en Pereira. Allí, con su esposo y dos hijas, aspira entrar a un voluntariado en una fundación de madres en situación de vulnerabilidad y a lanzar una página web en donde hará un blog para llegar a más mamás.