El esloveno Primoz Roglic (Jumbo) mostró su fortaleza para ganar la sexta etapa de la París-Niza, este viernes en Biot (Alpes Marítimos), en un esprín ascendente, un triunfo que refuerza su liderato.
Vestido de amarillo Roglic logró su segundo triunfo en la prueba, dos días después de su victoria en Chiroubles (Rhône), imponiéndose al francés Christophe Laporte y al australiano Michael Matthews tras 202,5 kilómetros.
"Es genial ganar así. Fue muy duro desde el principio del día, por lo que estoy contento", dijo Roglic, que añadió que hay que "lidiar" con los cambios en el recorrido debido a las restricciones por la pandemia.
"Pero las etapas son más cortas y seguro que muy excitantes", añadió.
En la general Roglic, de 31 años y número uno mundial, lleva a 41 segundos su ventaja sobre el alemán Maximilian Schachmann, a dos días del final de la carrera, desplazado este año de Niza a Levens por las restricciones ligadas a la pandemia.
El español Jon Izaguirre es tercero a 50 segundos de Roglic.
Este viernes, la principal escapada del día, lanzada tras unos 50 kilómetros, reunió a seis corredores (Pérez, Hivert, El Fares, Elissonde, Lutsenko y Campenaerts) en un recorrido que alternaba subidas y bajadas.
El último superviviente, el francés Kenny Elissonde, fue primero alcanzado por el alemán Jonas Rutsch y a continuación por el pelotón, cuando solo quedaban cuatro kilómetros.
A mitad de jornada el estadounidense Brandon McNulty, que era tercero en la general al inicio del día, tuvo que abandonar por una caída.
Este sábado la séptima etapa, de 119,5 kilómetros, fue recortada 47 en su parte inicial debido al confinamiento de la franja litoral alrededor de Niza. Pero guarda lo esencial, la subida final (16,3 km al 6,3 %) a la estación de La Colmiane, a 1.500 metros de altitud, donde el colombiano Nairo Quintana fue el más fuerte el año pasado.