Un hecho insólito aconteció en el barrio de la Torcoroma de Ocaña donde un habitante de la calle se hurtó 5 puertas en una sola noche para venderlas a las recicladoras existentes en la región.
El presidente de la Junta de Acción Comunal, Olger Moncada Coronel, manifestó que están acorralados por los consumidores de estupefacientes quienes hurtan todo tipo de elemento para adquirir los alucinógenos.
“Al igual que en otros sectores, aprovechan la noche para llevarse la nomenclatura, rejillas, tapas de alcantarilla, contadores, cables, mesas, sillas, bicicletas e, incluso, ropa dejada en los segundos pisos”, agregó el líder social.
Reconoce que es un problema de salud mental donde los jóvenes deben ser sometidos a un proceso de rehabilitación por las distintas entidades, sin embargo, las autoridades están en la obligación de brindar protección a los moradores de la zona.
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“En primera instancia se debe hacer la extinción de dominio en aquellos sitios donde se distribuye la droga para poner a buen recaudo a los jíbaros. Asimismo, romper esa cadena detectando a los compradores de elementos hurtados”, agregó.