La filtración de agua durante la ola invernal ocasionó el deslizamiento de tierra en la parte alta del barrio José Antonio Galán al norte del municipio de Ocaña.
Un total de 50 familias se quedaron sin la vía de acceso por el derrumbe que afectó las redes de gas natural, acueducto y alcantarillado del populoso sector.
La oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres conjuntamente con la Secretaría de Vías, Infraestructura y Vivienda levantan el diagnóstico para mitigar la situación.
El socorrista Gustavo Adolfo Paba Navarro manifestó que debido a las fuertes lluvias de los últimos días se presentan emergencias en el municipio de Ocaña.
“Colapsa la estructura de un muro adecuado con llantas por la misma comunidad dejando incomunicados a 50 familias del sector, porque se pierde toda la banca y las tuberías para el suministro de los distintos servicios”, agregó.
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Apenas se tuvo conocimiento de la emergencia vial se desplazaron integrantes del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres para garantizar la seguridad de los habitantes. Asimismo, las empresas llegaron al sitio para mitigar la eventualidad. “En días anteriores habíamos generado la alerta de evacuación voluntaria de la vivienda encontrada en la parte baja, afortunadamente no se presentaron víctimas fatales, ni personas lesionadas”, dijo el funcionario.
El secretario de Gobierno, Freddy Arengas Romero, en compañía del titular de Vías, Infraestructura y Vivienda, ingeniero Gustavo Castilla Vergel tomaron las medidas pertinentes para intervenir este sector.
Están entregando recomendaciones a los moradores de las zonas de alto riesgo para evitar tragedias que lamentar por la prolongación de la ola invernal hasta el mes de octubre.
Expertos en la materia adelantan un diagnóstico de los efectos de la ola invernal tanto en el sector rural como urbano en el municipio de Ocaña.
“Se veía venir”
El presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio José Antonio Galán, Edgar Alfonso Paredes Arias censuró la pasividad de los gobernantes de turno para tomar los correctivos en zonas de alto riesgo.
“Hace 8 años venimos solicitando la intervención urgente y las peticiones caen en los oídos sordos de los gobernantes de turno. La misma comunidad ha improvisado un muro con llantas de vehículos, pero la filtración de agua deterioró la estructura”, reiteró.
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Indicó que los funcionarios siempre van a tomar fotografías, hacen un informe y se “olvidan del inminente peligro. A Dios gracias la adulta mayor Aracelis que vive en la parte baja no estaba en casa, de lo contrario la tragedia hubiese sido mayor”, precisó el vocero comunal quien reclamó la inversión.
Los afectados claman ayuda
Los damnificados de la ola invernal solicitan a la Consejería Departamental y a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, una “manito” para superar la emergencia.
La señora María Celina Pacheco vivió momentos de angustia durante el torrencial aguacero porque el agua arrastró a su paso las pertenencias de los habitantes del sector.
“El muro tenía bloques de cemento y llantas incrustadas porque hace 7 años ocurrió algo similar. La comunidad con esfuerzo buscó la protección, pero la lluvia acabó de llevarse toda la estructura. No tenemos hacia dónde ir porque las viviendas están llenas de lodo. Que se pongan la mano en el corazón y nos colaboren con esta difícil situación”, pidió.
La joven Maricel Ramírez Pacheco indicó que es una tragedia anunciada. “Desde junio estamos yendo a la alcaldía y una solución es evacuar las casas, hemos visitado a muchas entidades. La verdad nadie entrega soluciones”.
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Para evitar riesgos la empresa suspendió el suministro de gas natural. “Estamos nerviosos, ya que el pavimento se partió y no hay por dónde pasar. Lo preocupante es que muchas viviendas se pueden desplomar”, recalcó.
Irene Pedroza Manosalva, indicó que 7 viviendas se pueden caer al abismo y lo grave del caso es que existen niños y adultos expuestos al peligro.
“Hasta que no suceda el desastre es que van a tomar medidas; nos dicen que debemos desocupar las viviendas y no tenemos camino qué coger. No contamos con agua y gas natural para cocinar los alimentos”, agregó.
Las autoridades adoptaron un plan de contingencia para remediar la difícil situación vivida por los habitantes de la parte alta del barrio José Antonio Galán.
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