En aras de mejorar la calidad y el rendimiento financiero, en el municipio de El Carmen se desarrolla un plan piloto de parcelas demostrativas para la producción de semillas certificadas de cebolla.
“Es un proceso bastante interesante donde se harán pruebas durante 2 años de 8 variedades del bulbo para determinar el grado de adaptabilidad a los cambios climáticos, la aplicación de técnicas y fácil comercialización a los mercados nacionales”, detalló el gerente de la Federación Red de Productores de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo, Fedeprocap, Pedro Mauricio Yusti Blanco.
Explicó que inicialmente se ejecutará en territorio carmelitano y posteriormente se extenderá a los demás municipios de la región como una opción de desarrollo sostenible y enfrentar el contrabando del vecino país de Perú.
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En cumplimiento del Acuerdo de paz se ha conformado un equipo interdisciplinario con la Federación, Programas USAID como Agricultura sostenible y Colombia Transforma, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, asociaciones y la alcaldía de esa población para la investigación y brindar las herramientas a los cultivadores.
El proyecto tiene un costo de 600 millones de pesos e impactará en 150 campesinos de la región quienes serán los encargados de replicar las pruebas encaminadas a la producción a mayor escala.
Criterios de producción
El cebollero del municipio de El Carmen, Wilmar Rangel destaca la adopción de esos mecanismos encaminados a garantizar la calidad, tamaño, color y sabor con el fin de conquistar nuevos mercados llegando al paladar del consumidor final.
La estrategia agrícola busca mayores ingresos a los cultivadores para aumentar la rentabilidad y durabilidad de los productos en los almacenes de cadena a nivel nacional. “Las pruebas se adelantan en 8 veredas de esa población y cuenta con el auspicio de diferentes entidades encargadas de impulsar ese renglón de la economía”, reiteró.
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En la medida que se logre un punto de equilibrio en la producción con semillas certificadas y la calidad del bulbo se incrementarán los dividendos para los campesinos de la región.
Lo barato sale caro
Prácticamente la cebolla cabezona roja ocañera está en vía de extinción y Agrosavia adelanta una investigación para rescatar la semilla.
Ante la proliferación de semillas provenientes del territorio Inca los campesinos de la zona decidieron cambiar las costumbres agrícolas y el impacto en la mayoría de los casos ha sido negativo.
“Bolsitas a granel inundaron los almacenes agropecuarios, pero en la mayoría de los casos no germinan ocasionando grandes pérdidas económicas.
El ejercicio está encaminado a brindar semillas certificadas aumentando la rentabilidad”, aseguró Pedro Mauricio Yusti.
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El presidente de la Asociación de productores de Mesa Llana, San Calixto, Said Arcángel Sánchez Rodríguez resaltó las investigaciones y muestreos que se hacen en la provincia de Ocaña y zona del Catatumbo.
“En las tiendas aparecen semillas de todos los colores y por más que las riega uno, nunca nacen. Nosotros hemos perdido hasta 500 millones de pesos y no encontramos a quién reclamar, ya que los comerciantes son simples intermediarios”, precisó.
Instó al Gobierno nacional regular la importación tanto del producto como de las semillas para reactivar el sector agropecuario. “La salvaguarda no sirvió de nada, ya que los controles en la frontera tan porosa no surten resultados.
Necesitamos que los funcionarios fijen los ojos en los campesinos que trabajamos honradamente de manera legal frenando las importaciones”, puntualizó Sánchez.
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