La administración municipal conjuntamente con la gobernación de Norte de Santander entregó ayudas humanitarias a las personas afectadas por la ola invernal de los últimos meses.
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Los damnificados reciben alimentos no perecederos y materiales de construcción para reparar las viviendas perjudicadas con los torrenciales aguaceros acompañados de vientos huracanados.
Se brinda apoyo a 700 beneficiarios para superar las inclemencias meteorológicas en las zonas declaradas como de alto riesgo en el municipio de Ocaña, indicó el coordinador de la oficina Gustavo Adolfo Paba Navarro.
“El Gobierno local ha reiterado su compromiso de seguir trabajando en la atención a las personas afectadas por las lluvias y continuará los trámites para acceder a más recursos”, indicó el coordinador de Gestión del Riesgo de Desastres de Ocaña.
La administración municipal declaró con antelación la calamidad pública para realizar los traslados presupuestales para conjurar la emergencia ocasionada por el crudo invierno.
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En el mapa aparecen sectores de alto riesgo como Altos del Norte, Los Cristales, Juan XXIII, Los Sauces, Cristo Rey, Simón Bolívar, El Carmen, Santa Cruz, Villa Carolina, La Perla y los asentamientos humanos existentes en la localidad, donde los presidentes de las Juntas de Acción Comunal deben adoptar los planes de contingencia para mitigar los efectos de los fenómenos naturales.
Una ayuda necesaria
Los beneficiarios han manifestado su agradecimiento por el apoyo brindando, ya que permitirá sobrellevar la situación por los efectos de la temporada invernal.
Jackson Danilo Quintero de Altos del Norte eleva las plegarias al todopoderoso por salvarse del desastre natural.
A Dios gracias no hubo víctimas humanas, ya que en cuestión de minutos lo perdimos todo. “Agradecer a los organismos de socorro y autoridades locales por la gestión del material para levantar las viviendas”, narra el padre de familia quien resguardó a los niños.
Explica que arrastró un colchón hacia el rincón y metió a sus hijos, mientras pasaba el vendaval que se llevó el techo de su casa.
“La mitad de la casa se inundó y todos los electrodomésticos se mojaron. “Lo importante es que estamos vivos para salir adelante”, exclamó el padre de familia.
El ciudadano Pedro Arias del asentamiento humano Los Sauces señala que la ayuda es fundamental para reconstruir lo que el viento se llevó.
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Ante el déficit habitacional de los últimos años, la gente procede a construir las viviendas en zonas de alto riesgo, afirma el damnificado.
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