A finales del Siglo XIX se abrieron las puertas de la primera fábrica española de pasta en Bogotá, Pastas El Gallo, frente a la Plaza España, como testigo de transformación urbana del sector en las últimas décadas, sufriendo un gran deterioro por años, pero que en los últimos tiempos se encuentra en plena rehabilitación con la consolidación del Bronx Distrito Creativo.
Por todo esto, fue el lugar elegido para en la noche del lunes realizar la pasarela inaugural del Bogotá Fashion Week, donde el talento colombiano fue protagonista con las creaciones del diseñador Jorge Duque.
Se trata de uno de los diseñadores más influyentes de Colombia y una voz clave en la moda latinoamericana contemporánea. Con una trayectoria de más de 15 años, su trabajo se caracteriza por la fusión entre técnica de alta costura, artesanía local y una narrativa estética profundamente enraizada en la identidad regional.
Ganador del primer Project Runway Latin America, Duque ha llevado su visión a pasarelas internacionales, editoriales de moda y colaboraciones con marcas globales. Su sello se distingue por la exploración de cuerpos, memorias y símbolos culturales, haciendo de cada colección un archivo visual de las complejidades emocionales y sociales de América Latina.
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Allí, ante más de mil invitados, Duque presentó su 'Gabinete de Curiosidades Latinas', un manifiesto visual que reivindica la identidad latinoamericana como un capital estético y simbólico profundamente local y a la vez universal resignifica el vestuario como un archivo emocional y social, donde cada prenda cuenta una historia de resistencia, belleza, devoción o trauma.
La colección es una exploración de la 'quincalla de la vida', como lo define Duque: un universo en donde lo sagrado y lo profano conviven en vestigios de memorias colectivas y heridas estéticas. Siluetas exageradas, corsetería anatómica y una paleta que oscila entre el blanco y negro ajedrezado y destellos de oro incandescente, tejen una narrativa de contrastes.
'El Gabinete de Curiosidades Latinas' propone un vestuario que es talismán y artefacto de poder. Prendas que evocan el mestizaje de las calles, el sincretismo religioso y la transformación de materias primas por medio de la marroquinería, el bordado, la costura y el tejido.
Duque no sólo presenta una reunión de piezas de ropa, busca que sean elementos que puedan mostrar lo que es la sociedad en la actualidad, como cultura que ha sabido sobrevivir, reinventarse y sublimar el dolor en belleza.
Este evento marca un hito en la carrera del diseñador, a la vez que también reafirma la industria creativa colombiana.
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