La líder opositora y Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, prometió regresar a Venezuela y anticipó que informará en los «próximos días» sobre los «nuevos pasos» para concretar una «victoria».

«Durante los próximos días daremos nuevos pasos, todos necesarios para nuestra victoria. Pasos cuya explicación detallada me voy a reservar en estos momentos, por razones que yo sé que nuestra gente entiende mejor que nadie», dijo Machado en un audio compartido en su cuenta de X.

«Pronto, muy pronto, estaré de regreso en Venezuela para concretar, junto a cada uno de ustedes, la fase definitiva de nuestra lucha, una lucha que ya es universal», añadió la opositora, sin dar más detalles al respecto.

En el mensaje, grabado desde el exterior tras su salida temporal para recibir el Premio Nobel de la Paz en Oslo, Machado subrayó la unidad en la fe y el amor por la familia como motores de la resistencia.

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“Esta Navidad nos une en nuestra fe: el nacimiento del Niño Dios y un nuevo renacer para Venezuela”, afirmó.

La coordinadora nacional de Vente Venezuela reconoció los sacrificios de la población. “Sabemos que cada avance, que cada logro, han exigido sacrificios dolorosos. Nos han traído costos muy altos para cada uno de nosotros, especialmente para nuestros hermanos que hoy pasan hambre, sufren la soledad; para quienes están sin trabajo (…) para nuestros presos políticos y perseguidos políticos, verdaderos héroes de nuestra tierra”, declaró.

Machado garantizó apoyo incondicional a los afectados por la crisis. “Jamás, jamás los dejaremos solos. A todos los tengo aquí, en mi corazón. Les garantizo que todo va a estar bien, porque nuestro futuro lo estamos construyendo entre todos”, aseguró.

La líder opositora valoró el reconocimiento internacional recibido. “La mejor prueba de ello es que nuestra lucha (…) hemos sido distinguidos con el más alto reconocimiento que la humanidad otorga hoy: el Premio Nobel de la Paz”, recordó, y agregó: “Démonos cuenta: el mundo entero está con nosotros, nos acompaña, nos admira y nos apoya”.

Sobre su salida del país tras más de 16 meses en clandestinidad, explicó: “No fue una decisión fácil (…) En esta ocasión, era necesario llegar presencialmente a Oslo para visibilizar aún más nuestra lucha y aumentar nuestros apoyos externos”.

El mensaje cerró con una invocación religiosa: “Dios no nos ha regalado lo que queríamos, sino que nos ha hecho fuertes para merecerlo. Vamos a ganar por amor a nuestra familia, a nuestra gente y a nuestro país”.

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