La pandemia de COVID-19 dejó al menos cuatro millones de muertos en el mundo, informó este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS), y está causando estragos en países como Indonesia, que volvió a batir un récord de decesos diarios, con más de 1.000 en 24 horas.
"Acabamos de superar el trágico hito de cuatro millones de muertes de COVID-19, que sin duda subestima el balance global", declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en conferencia de prensa.
El responsable subrayó que el mundo se encuentra "en un punto peligroso de esta pandemia", que está retomando intensidad bajo el impulso de nuevas variantes más contagiosas, pero también por el levantamiento de las restricciones sanitarias.
En este sentido, el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, pidió que las medidas se levanten con "extrema precaución", porque el proceso "traerá consecuencias".
En medio de una campaña de vacunación que avanza de manera muy desigual en el mundo y con las nuevas variantes activando todas las alarmas, el coronavirus está poniendo contra las cuerdas al sistema sanitario indonesio e hizo que las autoridades japonesas contemplen decretar un estado de emergencia en Tokio durante los Juegos Olímpicos.
Indonesia, duramente golpeada por un recrudecimiento de la epidemia, notificó el miércoles 34.379 contagios y 1.040 fallecidos en 24 horas, un récord nacional en decesos. La mortalidad es diez veces superior a la de hace menos de un mes.
Desde el sábado, las islas de Java y Bali están regidas por medidas drásticas, pero este miércoles el gobierno anunció nuevas restricciones que estarán en vigor hasta el 20 de julio y que varían en función de la zona. Se aplicarán en decenas de ciudades, de Sumatra (oeste) a Papúa Occidental (este).
"Los casos van en aumento en otras regiones y debemos mantener la atención por la vulnerabilidad de los hospitales", indicó el ministro Airlangga Hartarto. "Las estructuras en estas regiones son limitadas y ya están desbordadas".
Estado de emergencia en Tokio
Faltan dos semanas para que empiecen los Juegos Olímpicos de Tokio y el gobierno japonés prevé instaurar un nuevo estado de emergencia en la capital durante los juegos (del 23 de julio al 8 de agosto), según medios locales.
Se trataría del cuarto estado de emergencia decretado en Japón.
Además, las autoridades municipales de Tokio anunciaron el miércoles que se cancelaba el relevo de la antorcha olímpica en la vía pública de la capital.
El relevo comenzará el viernes en Tokio, confirmó la municipalidad, aunque debido a la pandemia, los trechos que se iban a realizar en la vía pública entre el 9 y 23 de julio "fueron cancelados".
Únicamente el trecho en las islas Ogasawara, un remoto archipiélago 900 km al sur de Tokio, se realizará como estaba previsto.
De su lado, China, que prácticamente erradicó la COVID-19 en 2020, informó de un foco detectado en Ruili, una pequeña ciudad fronteriza con Birmania, donde la pandemia está causando estragos y donde el miércoles se registraron 15 nuevos casos, 12 de los cuales en ciudadanos birmanos.
Las autoridades de Birmania anunciaron que a partir del jueves estará prohibido que más de una persona salga de su casa por razones no médicas en 10 municipios de Rangún, capital comercial, donde viven alrededor de 1,5 millones de personas.
En Vietnam, también nueve millones de personas de ciudad Ho Chi Minh recibieron la orden de confinarse para tratar de contener el brote de COVID-19 más grave de Vietnam hasta la fecha.
"Doble choque devastador"
En Australia, las autoridades anunciaron que el confinamiento vigente en Sídney (sureste) desde finales de junio sería prolongado al menos una semana, tras constatar 27 nuevos casos.
En tanto, en Europa, el gobierno francés volvió a apelar a la población a vacunarse de forma "masiva" para hacer frente al "riesgo de una cuarta ola rápida" impulsada por la variante Delta, que "representa más del 40% de los contagios" en el país.
Frente a la situación mundial, la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, exhortó a los países del G20 a actuar más rápidamente para ayudar a las naciones más empobrecidas, enfrentadas a "un doble choque devastador".
"Los países más pobres se enfrentan a un doble choque devastador", de perder la carrera contra el virus y desaprovechar las inversiones necesarias para asentar el crecimiento económico, dijo Georgieva. "Es un momento crítico que llama a una acción urgente de parte del G20 y de los actores políticos en todo el mundo.
Además, Georgieva defendió que se necesita un enfoque multilateral para compartir vacunas anticovid y su producción.
Según la OMS, siguen faltando casi 17.000 millones de dólares para combatir la lucha contra la pandemia, no solo con vacunas sino también con equipos de protección, test y tratamientos.
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