Un hombre tunecino mató a puñaladas este viernes, 23 de abril, a una funcionaria policial al grito de "Alá es el más grande", antes de ser abatido.
El crimen se produjo en la comisaría de Rambouillet, una pequeña ciudad a unos 60 km de París, y volvió a encender las alarmas en un país golpeado regularmente por atentados islamistas.
Según los primeros elementos de la investigación, la funcionaria administrativa fue acuchillada dos veces en la garganta cuando regresaba de su hora de almuerzo.
La víctima sufrió en un principio un paro cardíaco y falleció poco después, pese a la intervención de los socorristas.
El presidente Emmanuel Macron dijo en Twitter que Francia no cederá ante el "terrorismo islamista".
Por su parte, el primer ministro, Jean Castex, acudió al lugar del ataque.