La solución
Tras días de tensión, por la mañana el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, anunció la "buena noticia" de un acuerdo entre las partes para subir el límite de endeudamiento hasta el 3 de diciembre.
"Los republicanos jugaron un peligroso y riesgoso juego partidista, y me alegro de que su arriesgada postura no funcionara", dijo Schumer luego en el Senado.
"El Senado avanza hacia el plan que expuse ayer para evitar que los estadounidenses sufran una crisis creada" por los demócratas, señaló antes el líder de los senadores republicanos, Mitch McConnell.
Conozca: Taiwán-China viven tensión más difícil en 40 años
Con su propuesta, este veterano del Congreso ofreció una salida temporal para los dos campos, cada uno enquistado en posiciones diametralmente opuestas.
Alentada por la esperanza de un acuerdo, Wall Street cerró al alza.
"Lo que se necesita ahora es una solución de largo plazo, para que no tengamos que pasar por este riesgoso drama cada pocos meses. Y esperamos que los republicanos se nos unan para alcanzar una solución de largo plazo para el techo de la deuda en diciembre", concluyó Schumer.
Este avance enfureció a varios republicanos el jueves, entre ellos al expresidente Donald Trump, para quien McConnell "se inclinó" ante los demócratas.
"Hacer política" con la economía
Los bloqueos no van a desaparecer.
Los republicanos se niegan rotundamente a aprobar cualquier medida de largo plazo para aumentar el límite de endeudamiento del país porque afirman que sería como darle al presidente Joe Biden un cheque en blanco para financiar sus enormes planes de inversión, pendientes de aprobación en el Congreso.
Al ofrecer un respiro temporal para evitar una crisis de la deuda, McConnell instó a los demócratas a llegar a una solución duradera utilizando una vía legislativa compleja.
Pero el bando del presidente Biden se ha negado hasta ahora a utilizar esta maniobra "demasiado arriesgada" para la deuda, llamada "reconciliación", que le permitiría modificar el tope de endeudamiento solo con sus votos.
La Casa Blanca reaccionó con tibieza a este acuerdo aprobado el jueves.
"Esto nos da un poco de tiempo pero no resuelve el problema", comentó Jared Bernstein, uno de los asesores económicos del presidente. "Pasar dos meses más discutiendo sobre esto no resuelve la incertidumbre".
Y a bordo del Air Force One, Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, acusó a McConnell de "hacer política" con la economía del país.
En realidad, el acuerdo alcanzado el jueves solo pospone hasta finales de noviembre una batalla parlamentaria que promete ser épica por las finanzas de Estados Unidos.
En paralelo con el límite de la deuda, el Congreso también tendrá que acordar antes del 3 de diciembre un nuevo presupuesto si quiere evitar la paralización de los servicios federales, una situación también conocida como "cierre del gobierno" o 'shutdown'.
La confluencia de estas dos amenazas presagia unas semanas muy ajetreadas en el Capitolio.
Los demócratas esperan, sin embargo, aprovechar este respiro en el frente financiero para centrarse en las difíciles negociaciones en el seno de su propio partido para adoptar los dos grandes planes de inversión de Biden sobre infraestructura y reformas sociales.