En la Casa Blanca se llevó a cabo este martes un encuentro de alto nivel que reunió a figuras políticas, empresariales y deportivas en un ambiente reservado y marcado por estrictos protocolos. La cita estuvo presidida por el mandatario estadounidense, Donald Trump, quien ofreció una cena de gala en honor al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, durante su visita oficial al país.
Una velada con invitados de alto perfil internacional
El evento congregó a miembros de la delegación saudí, destacados empresarios estadounidenses y selectas personalidades invitadas por la Casa Blanca. Entre ellos se encontraba el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, quien hizo parte de la comitiva del príncipe heredero y ocupó un asiento privilegiado en el Salón Este, donde se desarrolló la cena.
Trump, al dar la bienvenida a los presentes, resaltó la asistencia del deportista y mencionó que su hijo Barron se mostró especialmente emocionado por conocerlo. El mandatario agradeció al jugador por asistir al encuentro y lo presentó ante varios de los invitados, entre ellos ejecutivos de compañías tecnológicas como Apple y Tesla.
Ronaldo asistió acompañado de su pareja, Georgina Rodríguez, aunque no intervino durante la ceremonia. No obstante, su presencia generó atención debido a que no suele visitar Estados Unidos con frecuencia y no ha jugado en este país desde 2014.
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Agenda diplomática y regreso de figuras tecnológicas
La jornada incluyó muestras formales de saludo, reuniones privadas y un almuerzo de trabajo entre ambas delegaciones, además de la cena de gala que concentró la atención pública. Esta visita marca el primer viaje de Mohammed bin Salman a territorio estadounidense desde 2018, año en el que fue señalado por Washington como responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
Durante el evento también destacó el regreso del empresario Elon Musk a la Casa Blanca, tras años de distanciamiento con Trump. Su presencia, junto con la del astro portugués, reforzó el carácter estratégico del encuentro, enfocado en inversiones bilaterales, cooperación tecnológica y eventuales acuerdos en materia de energía nuclear con fines civiles.
Fuentes cercanas al proceso señalaron que esta visita podría consolidar anuncios significativos en inteligencia artificial, además de avanzar en negociaciones sobre ventas de armamento e inversiones saudíes que superarían los 600.000 millones de dólares.