El futuro canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, anunció un acuerdo para formar con los Verdes y los liberales el primer gobierno post-Merkel en el país, enfrentado a una grave crisis con el rebrote de la COVID-19.
Casi dos meses después de las elecciones legislativas alemanas, marcadas por un derrumbe histórico del campo conservador de la canciller, Olaf Scholz se prepara para sucederle a principios de diciembre con una alianza inédita con los Verdes y los liberales del FDP.
Estas tres formaciones afirmaron que se pusieron de acuerdo sobre un "contrato" de coalición llamado "Atreverse a más progreso. Alianza para la libertad, la justicia y la sostenibilidad", con grandes propuestas medioambientales, como avanzar el fin del uso del carbón a 2030, en lugar de 2038.
"El SPD, los Verdes y el FDP se pusieron de acuerdo para un contrato común de coalición en las negociaciones y sobre una nueva alianza de gobierno", dijo, prometiendo una "coalición de igual a igual".
Nunca esta combinación política estuvo en el poder en la Alemania de después de la Segunda Guerra Mundial.
"Canciller fuerte"
Olaf Scholz "será un canciller fuerte", prometió por su parte el dirigente del FDP, Christian Lindner.
El futuro jefe de gobierno, de 63 años y que todavía tiene que ser investido por los diputados del Bundestag, prometió que haría todo lo posible para combatir la nueva ola de covid-19 que sacude el país, la peor desde el inicio de la pandemia.
Entre las medidas anunciadas, una suma de 1.000 millones de euros será destinada al personal sanitario "particularmente exigido" por la pandemia de covid-19, dijo Scholz.
Alemania también tiene que "estudiar" una posible "extensión" de la obligatoriedad de las vacunas, en vigor en el ejército y pronto en los centros médicos.
La formación de un gobierno en Alemania tranquilizará a los países europeos, inquietos de ver a Alemania sin nadie en el timón, en un momento en que la pandemia resurge.
Otra medida que quiere implementar la nueva coalición, según el acuerdo de gobierno, es la de legalizar el cannabis cuya venta en "tiendas autorizadas" se reservará al consumo de los "adultos".
"Esto permitirá controlar la calidad, impedir la circulación de sustancias contaminadas y garantizar la protección de los jóvenes", señala el acuerdo, que detalla que "el impacto social de la ley" se evaluará dentro de cuatro años.
En 2017, Alemania ya había dado luz verde al uso de cannabis con fines terapéuticos.
Además, el nuevo gobierno desea volver "en 2023" a las reglas de rigor presupuestario, entre ellas el freno al endeudamiento inscrito en la Constitución.