Con el paso de los años el muralismo sigue siendo una forma de expresión. De hecho, en muchas ciudades del mundo se está utilizando el arte urbano para la transformación de áreas vulnerables, así como se ha visto en Cúcuta y su área metropolitana, que algunas paredes han pasado de ser grises a llenarse de color, de vida.
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En la ciudad hay muchos jóvenes que se dedican a rehabilitar zonas abandonadas donde se rinde honor a personalidades, a animales, hacen críticas sociales o llevan mensajes positivos a la comunidad.
Conozca a tres personas talentosas que viven de este arte y que han dejado sus dibujos ‘sonriendo’ muros.
Jesús Parra, talentoso para el retrato
Los pinceles, aerosoles, vinilos y lápices, son los fieles amigos de Jesús David Parra Corredor, un cucuteño que encontró en el dibujo y la pintura la mejor manera de expresarse. Desde niño dio primicia a la pasión que lo acompañaría, y hoy, a sus, 21 años, se destaca por su arte. Varias de sus composiciones se pueden apreciar en las calles de Cúcuta.
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Sin duda, su fuerte, es el retrato. Cada trazo es impecable y se lleva la admiración por sus obras. Su cuenta de Instagram @ arte_jesusparra es una galería a sus seguidores para apreciar su talento que genera todo tipo de sensaciones. Pero también, en barrios como en Cundinamarca, por el Cementerio Central, por el barrio San José, Atalaya y en San Martín, hay grandes dibujos de este artista.
Hace poco -dijo con felicidad- en el barrio Antonia Santos hizo el retrato de sus padres, oportunidad que tuvo y que siempre deseó hacer. “Fue en un festival que hicimos y fue una bonita experiencia”, contó, el cucuteño, quien estudia arquitectura (sexto semestre.).
También, en Villa del Rosario, cerca al templo histórico, en una intervención con varios artistas, hizo a un tío que vive en Arboledas y un gran tigre.
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Parra también le saca provecho a su talento y hace cuadros en lienzo, retratos a lápiz, en pintura y murales para negocios. “El artista como tal no la tiene fácil, nosotros intentamos expresarnos por medio de las paredes, hacer algo bonito para la comunidad. Nos vemos apoyados cuando ellos se acercan y les gusta los murales”, contó el cucuteño, quien asegura que cuando tiene un aerosol o un pincel siente mucha alegría y eso, queda plasmado en sus creaciones.
Alexei aprendió del arte en Cúcuta
Hace más de 30 años, Alexei de Jesús Sierra Jiménez llegó a Cúcuta a reencontrarse con su papá y se encaminó por la pasión que ha tenido desde niño: dibujar.
En Barranquilla, donde nació, le gustaba dibujar a sus primas y hacer personajes del deporte, pero Alexei tenía otra habilidad y era la caligrafía destacándose por marcar los cuadernos de sus compañeros y hacer carteleras.
Estando en la ‘Perla del Norte’ trabajó por más de 17 años con un contratista de gaseosas La Frontera, que le permitieron recorrer distintos sitios de la ciudad, dibujando la publicidad en las paredes de Pepsi, Postobón, Hipinto y Colombiana.
“Hubo tres murales grandes que hice de esta publicidad que recuerdo, en el edificio Tutankamón, en el hotel Tonchalá, y en el Malecón”, dijo Sierra Jiménez, quien también fue miembro de ‘Acción Poética’, donde empezó a hacer murales con frases.
Este hombre, hoy de 55 años, asegura que su talento se potenció más cuando conoció a ‘Showy’, pues gracias a este otro artista, afinó más su gusto por el dibujo y las letras.
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El talento está, pero se desarrolla más cuando estamos en buena compañía, al llegar con ‘Showy’ y otros artistas, he aprendido más a manejar la textura de los dibujos y he aprendido cosas nuevas en letras, y también veo tutoriales por Youtube”, contó el grafitero, quien vive de este maravilloso arte, pues también hace cuadros en acrílico sobre lienzo.
Así mismo, ha dictado el curso de lettering (arte de dibujar las letras) como en la novena Fiesta del Libro, en la biblioteca Julio Pérez Ferrero, y en el Banco de la República.
Hace poco fue uno de los artistas que intervino en el Jardín Plaza, donde dejaron plasmados los dibujos relacionado a motivos colombianos como indígenas, una mujer blanca, una mujer afrocolombiana, una orquídea y un jeep Willys, entre otros.
Hay muchas paredes que ha convertido en arte, dándoles vida, amor y admiración de quienes detienen la vista. Como ejemplo, por el centro comercial Bolívar, hizo un mural de 100 metros, junto con otros artistas, donde plasmaron animales en vía de extinción. Asimismo, hizo parte de los murales alusivos al Bicentenario en la Universidad Libre, donde dibujó el mapa de la Gran Colombia, figuras de Simón Bolívar y Santander, la Bagatela, el Templo histórico y un mapa de Cúcuta, de aquella época.
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Este hombre defiende el arte urbano y en una ocasión fue multado por pintar una pared. Sin embargo, no hay impedimento para seguir alegrando paredes y sintiéndose “libre” cuando tiene un pincel o un aerosol en sus manos.
Diego ‘Kromo’, el artista del color
El cucuteño Diego Andrés Gélvez es uno de los artistas más aferrados a sus sueños y a su arte. Desde niño mostró su don para dibujar. No podía tener una hoja en blanco porque era inmediato que su inspiración llegaba para hacer cualquier ilustración.
Hace cinco años, mientras estaba en el colegio Minuto de Dios Policarpa Salavarrieta, como estudiante, su pasión por dibujar se avivó más al conocer a Jeider Sánchez León, ‘Showy’, uno de los grafiteros más reconocidos en el departamento, quien fue a la institución con la fundación ‘5ta con 5ta’, a dictar un taller de arte.
Diego quedó tan impactado que no perdió la oportunidad de tener contacto con ellos para aprender más de dibujo, pero fue allí que conoció el aerosol. “Tuve una bonita conexión con el spray, es un material que me encanta para pintar”, dijo el joven, de 19 años.
El cucuteño desde entonces le dio rienda suelta a su talento y empezó a dejar sus creaciones en diferentes paredes de los barrios de la ciudad, de Puerto Santander y Arauca, llenándolas de vida, color, y, sobre todo, de historia a través del arte.
“Me gusta representar la expresión del color en cada mural que hago. Mis dibujos son tan coloridos que de ahí nace mi nombre artístico ‘kromo”, contó el grafitero, quien recalcó que maneja técnica mixta, vinilo y aerosol.
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Son muchos los murales que ha hecho con aves, rostros, y caligrafía, pero el que más le gustó fue uno que hizo en el barrio Belén, de una mujer. “Es un grafiti que hice con poco material, tenía unos ‘cunchos’ de espray y necesitaba hacer ese mural para participar en un evento en Bogotá y me fue bien”, agregó.
Tranquilidad y olvidar situaciones, siente el joven cada vez que está frente a una pared y empieza a darle vida, por eso defiende el arte urbano, pues asegura que es “un arte del pueblo, para el pueblo”, y que nació “de las partes más vulnerables de la ciudad”.
“Vivo del arte, hago cuadros en lienzo, muralismo, grafitis”, dijo orgulloso. Su trabajo, lo pueden seguir en Instagram como @kromo.am
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