El homicidio del domingo pasado en las torres de Ciudad Rodeo está lleno de hermetismo para las autoridades policiales, debido a la poca información obtenida de este caso, que dejó como resultado un hombre muerto a balazos.

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Desde la identificación de la víctima hasta los móviles del crimen, todo continúa siendo materia de investigación para la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), cuya única información fue la que pudieron recolectar en la escena del crimen, junto con la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), pues ni siquiera la comunidad se atrevió a dar detalles del suceso.

El hecho

Cuando el reloj apuntaba aproximadamente las 5:30 p.m., la detonación de varios disparos entre las torres A y B permearon la tranquilidad en la que se encontraban los vecinos, quienes al salir de sus apartamentos se encontraron con el cuerpo de una persona tendida en el suelo del estrecho corredor.

El cadáver, que yacía sobre el suelo, vestía bluyín, gorra y buzo negro. Uno de los residentes, en un acto reflejo de pudor o humanidad, lo cubrió con una sábana blanca antes de que llegaran las autoridades.

Media hora más tarde, varios vecinos decidieron acercarse hasta la estación de Policía más cercana para notificar lo ocurrido y a las seis de la tarde, oficiales y funcionarios de la Brinho ya estaban en ese punto del Anillo Vial Occidental.

“Nos entró la llamada a nuestra línea de que había un cuerpo tendido al interior de las torres, y cuando llegamos la comunidad había tapado el cadáver con una sábana”, corroboró el coronel Gustavo Palacio, comandante del Distrito 2 de la Policía.

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Del mismo modo, el comandante informó que no se tiene conocimiento de que la víctima fuese un habitante de la zona, pero todo apunta a que estaría implicado con la estructura delincuencial conocida como la ‘Familia P’ y que posiblemente se desempeñaba como expendedor de estupefacientes en la zona.

En lo que concierne al autor material del homicidio, las autoridades policiales están adelantando todas las investigaciones para dar con su paradero.

Comunidad enmudecida

En esa zona residencial hay muchos problemas de inseguridad, consumo activo de estupefacientes y violencia, motivos que quizás expliquen el silencio de los vecinos, quienes optaron por mantenerse callados.

Lo que sí se conoce con certeza es que el cadáver fue trasladado hasta las instalaciones de Medicina Legal, a la espera de que se acerquen familiares a reclamarlo. Mientras tanto, entre las torres de Ciudad Rodeo, el silencio persiste. Y en ese silencio, se esconde la verdad de un crimen aún sin rostro ni nombre.

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