Con el pasar de los días, las autoridades lograron obtener más detalles sobre el macabro hallazgo de un cadáver con varios impactos de bala y las manos atadas a la espalda. Ahora ya conocen la identidad del hombre y cuentan con un comunicado de una organización al margen de la ley que se atribuyó el hecho.

Horas después del crimen, la víctima fue identificada como Wilson Enrique Rodríguez Carrero, conocido con los alias de Guillermo 7 Vidas o Aguirre, según información emitida por el mismo grupo armado, el Ejército Popular de Liberación (Epl).

Fue el Frente de Guerra Libardo Mora Toro, perteneciente a esa organización, el que emitió un comunicado poco después del hecho, respondiendo a la pregunta: “¿Por qué se tomó tan difícil y fatídica decisión sobre la integridad física del compañero?”

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Se autodenominó comandante

De acuerdo con la versión del grupo armado, Guillermo, de 29 años, habría incumplido el reglamento interno de la organización, motivo por el cual decidieron emitir una aclaración pública. Aseguraron que el hombre llegó inicialmente para preservar su vida, por lo que se le brindó confianza y se le asignaron funciones dentro de la estructura, de las cuales habría abusado.

Lo acusaron de autodenominarse de forma ilegítima como comandante máximo del Epl e idear un plan contrarrevolucionario con el que pretendía eliminar el mando principal de la guerrilla, "adueñándose de manera tramposa de material bélico, el cual utilizó al servicio de sus intereses personales", señala el comunicado.

Al parecer, utilizando armamento de Los Pelusos y vestido de negro “al estilo paramilitar”, habría grabado un video dirigido a gremios y comerciantes, instándolos a desobedecer las órdenes del Epl y actuando contra los intereses del grupo.

Tras la publicación del video, los altos mandos de la organización aseguraron haberle hecho constantes llamados para que se ajustara a la disciplina interna, pero ‘Guillermo’ habría respondido de manera agresiva y desafiante.

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El juicio revolucionario

Con el “material” en su contra, el Epl lo declaró culpable de traición y le aplicó la pena máxima dentro de su sistema de “justicia revolucionaria”.

Según el grupo, la ejecución se realizó debido a la evidencia de su falta de compromiso y la búsqueda de beneficios personales.

Lo ataron de manos, lo acribillaron y abandonaron su cuerpo en plena vía pública para que la comunidad lo encontrara.

El hallazgo

El crimen ocurrió en la noche del pasado jueves 2 de octubre, en el tramo de la vereda Oropoma, sobre la vía que comunica Ocaña con Ábrego. Las personas que transitaban en vehículo por el oscuro sector notaron un extraño bulto en una de las canaletas al costado de la carretera.

Se trataba del cuerpo del hombre, tendido boca abajo, con las manos atadas con un cordón a la espalda y múltiples heridas de bala de las que aún salía sangre, formando un charco bajo su cuerpo.

Las autoridades fueron alertadas, pero por motivos de seguridad no pudieron realizar el levantamiento. Por ello, coordinaron con una funeraria, cuyos empleados llegaron horas después a la escena para trasladar el cuerpo.

En ese momento no se le encontró ningún documento de identidad, por lo que su nombre permaneció en el misterio durante varias horas, hasta que finalmente fue establecido. Posteriormente, el comunicado del grupo guerrillero aportó claridad sobre lo ocurrido y confirmó que Guillermo tenía un amplio historial dentro del Epl.

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Ya lo habían capturado

Cinco años atrás, Guillermo, entonces conocido bajo el alias de Ricardo, había sido capturado por la Policía como presunto integrante del Epl, durante un operativo múltiple realizado en Ocaña, en julio de 2020.

De acuerdo con los reportes judiciales de ese momento, Rodríguez Carrero actuaba como segundo cabecilla de la organización y fue detenido junto con otros tres presuntos miembros. Todos fueron enviados a prisión; sin embargo, por razones que no se hicieron públicas, Rodríguez recuperó su libertad.

En lugar de apartarse del mundo criminal, habría decidido continuar en él, buscando imponer sus intereses personales por encima de los colectivos, lo que finalmente lo llevó a su trágico final.

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