La mal llamada ‘paloterapia’ que recibieron César Eduardo Vargas y Pedro Luis García Rosales por parte de la comunidad, tras presuntamente haber hurtado una motocicleta, ojalá hubiese sido suficiente para que aprendieran la lección. Ahora, tendrán que responder penalmente por ese delito en la cárcel.

Los hechos se remontan al pasado 29 de abril, a las 6:10 de la tarde, cuando un hombre que se movilizaba en una moto marca Suzuki GN, de color negro, fue víctima de la delincuencia.

Según algunas versiones, cuando la víctima transitaba por el sector conocido como ‘Caño Picho’, del corregimiento Urimaco, fue abordado por dos hombres que lo habrían amenazado con un arma de fuego.

Luego de presuntamente encañonarlo y amedrentarlo, lo obligaron a descender de la motocicleta, mientras una tercera persona se sumaba al atraco.

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“El otro sujeto llegó a encender la moto y para evitar que la víctima reaccionara, los otros dos delincuentes lo habrían empujado hacia un caño que hay en el sector. Luego se subieron a la moto y huyeron los tres”, relató una fuente judicial.

Algunas personas que fueron testigos del hecho, alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) que adelantaba labores de patrullaje por la zona, quienes entrevistaron a la víctima y con las características suministradas, activaron un ‘Plan Candado’ para ubicar a los responsables.

Minutos más tarde, un miembro de la comunidad que ayudaba en la búsqueda de los presuntos ladrones, se percató de tres hombres sospechosos que se movilizaban en la moto que habría sido hurtada.

Al darse cuenta que varias personas los perseguían y al verse acorralados, dos de ellos se bajaron, tiraron el arma y se adentraron en una zona boscosa, mientras el conductor se volaba con la motocicleta.

La agilidad y la unión de la comunidad fue vital para atrapar a los sospechosos en el sector conocido como La Prosperidad, hasta donde llegó la víctima junto con las autoridades, reconociendo que los detenidos habían sido los que hurtaron su vehículo minutos antes.

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Los policías capturaron a César Eduardo, de 30 años, y Pedro Luis, de 25 años, pero antes de presentarlos al Búnker de la Fiscalía, los trasladaron al centro asistencial más cercano para que recibieran la atención médica oportuna.

Luego de escuchar a los implicados en las audiencias concentradas, un juez de control de garantías les dictó medida de aseguramiento en la cárcel.

“Se logró la incautación de una pistola traumática calibre 9 milímetros y un celular avaluado en $800 mil. Estos resultados se logran en el marco de la estrategia ‘Cúcuta Territorio Seguro’ y gracias a la cooperación de la ciudadanía”, comentó el coronel William Quintero, comandante de la Mecuc.

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