En la casa de Diana Carolina Rodríguez Madrigal, la lideresa comunal que fue asesinada a golpes en la vereda La Florida, de San Cayetano, el pasado 11 de abril, la tristeza aumenta cada día más, al tener que soportar la ausencia de su ser querido y de no ver avances notorios en la investigación del caso.

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Así lo recordó la mamá de la víctima, al insistir en que las autoridades lo único que le piden es paciencia, sin tener una respuesta concreta sobre las pesquisas que han adelantado.

“Lo único que nos dicen es que no hay indicios de nada, que toca esperar. Lo que nosotros queremos es que de verdad se investigue, que haya justicia”, dijo la mamá de Rodríguez Madrigal.

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Diana Carolina dejó una hija menor de edad, que ahora tiene que refugiarse en el amor y la protección que le brindan sus demás familiares.

La alegría y la perseverancia que caracterizaban a Diana Rodríguez siempre serán recordadas por los dolientes, por lo que todavía no entienden por qué le quitaron la vida a su ser querido.

“No hay crimen perfecto, alguna pista tiene que aparecer por algún lado. Queremos una investigación a fondo, para que las autoridades den con el culpable”, insistió la mamá de la víctima.

¿Quién era?

La víctima dedicó los últimos cinco años de su vida a trabajar por la comunidad, ejerciendo un liderazgo social en busca de la protección del medio ambiente y de la gente que la rodeaba.

Diana Carolina alternaba su labor de lideresa comunal con su trabajo en una empresa de cemento.

La condición de ambientalista hizo que Rodríguez adelantara una batalla contra las empresas coquizadoras de carbón de Urimaco y sus alrededores, para que no se extendieran por su vereda, para así evitar que siguieran contaminando el medio ambiente.

La mamá de esta mujer, de 32 años, recordó que aunque en muchas oportunidades le advirtió que esa lucha social podría generarle problemas, ella siempre hizo caso omiso, en busca del bienestar de su población.

El crimen

Los familiares de Diana Carolina aseguraron que al notar que pasaron las 7:00 de la noche del martes 11 de abril y ella no llegaba a su vivienda, como cotidianamente lo hacía después de cumplir su jornada laboral, presintieron que algo extraño estaba ocurriendo.

Lo que conocieron los dolientes es que Rodríguez transportó a uno de sus vecinos desde el corregimiento Urimaco, hasta la vereda La Florida, donde vivía y después de dejarlo en la vivienda, la mataron.

A diez minutos de distancia en motocicleta, desde donde la víctima hizo la última parada, fue que encontraron su cadáver, con golpes en la cara.

“Ya estábamos desesperados al ver la hora y que ella no llegaba, por lo que llamamos a algunos vecinos y ellos salieron a buscarla y así fue que la encontramos sin vida”, recordó un familiar de la mujer en el momento del hecho.

Por ahora se espera que las autoridades avancen con las investigaciones y así se identifiquen a los responsables y se esclarezcan los móviles del crimen.

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