Un supuesto aviso para que trabajara instalando unas cámaras de seguridad en un pool del barrio El Oasis fue el mensaje que recibió un hombre ayer en la mañana. Pero, mientras dialogaba con uno de los empleados del establecimiento fue baleado.

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Aunque el hecho se dio a las 11:51 aproximadamente, según la versión de varios vecinos, el homicida sabía que la víctima se acercaría a preguntar porque tenía 20 minutos de estar esperando a pocos metros del pool con un costal en la mano donde, al parecer, guardaba el arma de fuego.

“El hombre estaba recostado en una pared, a nosotros si nos pareció extraño porque nadie conocía a ese señor. Apenas la víctima llegó al local no pasaron ni treinta segundos y entró el tipo a dispararle, ese pelado quedó ahí de una vez sin vida, yo escuché cuatro tiros”, explicó uno de los vecinos.

El homicidio se perpetró en la avenida 27 entre calles 6 y 5 y por fortuna para los dos empleados que estaban solos en ese momento, ninguno resultó herido, aunque una mujer que estaba en la barra, sufrió fuertes alteraciones por el hecho.

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“Ese día ella (empleada) había llegado más temprano con un joven que le ayuda a limpiar las mesas para hacer aseo desde temprano y cuando fue a buscar un trapo en la barra la víctima pasó el portón que estaba abierto hasta la mitad y le preguntó sobre las cámaras, pero nadie había pedido esa instalación. A los segundos el otro hombre disparó”, explicó la dueña del lugar, quien se enteró minutos más tarde de lo sucedido.

Según recuerdan los vecinos, el homicida estaba solo y sin ningún vehículo, pero apenas se escucharon las detonaciones, su cómplice quien estaba escondido unas cuadras más arriba llegó en una motocicleta y se lo llevó con rumbo desconocido.

Momentos más tarde, las autoridades fueron alertadas y llegaron al sitio para verificar el hecho. Luego de acordonar la zona, llamaron a la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) que adelantó las investigaciones correspondientes para dar con el paradero de los criminales.

Un testigo aseguró que el homicida se acercó, le revisó los bolsillos y le sacó tanto la cartera como el celular, por eso no pudo ser identificado el occiso. Los vecinos resaltaron que el hombre no era conocido en el sector.

“Era joven, pero no tanto, diría que tenía como unos 30 años. Yo alcancé a verlo por una ventana del local y no lo reconocí, además tenía la cara cubierta de sangre”, señaló una vecina.

Las autoridades se encargaron del levantamiento e hicieron las entrevistas del hecho a los empleados y vecinos.

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