En medio del conflicto armado que azota al Catatumbo, las autoridades lograron una importante captura que podría golpear la estructura criminal de la disidencia de las Farc en la región.

A las 9:00 de la noche del pasado 17 de febrero, en el kilómetro 60 de la vía que conecta Tibú con La Gabarra, la Policía de Norte de Santander, en coordinación con el Ejército Nacional, capturó en flagrancia a César Anselmo Portillo Parra, de 24 años, cuando transportaba material explosivo y elementos de intendencia de ese grupo armado ilegal.

Las unidades militares y policiales, que mantenían un puesto de control en la zona debido a la alta tensión entre estructuras criminales, notaron la actitud sospechosa del hombre y decidieron hacerle una inspección.

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Al momento de la requisa, los uniformados encontraron en su poder 77 detonadores eléctricos de color gris plata con cordón naranja, además de camuflados, bolsos y camisetas con emblemas alusivos a la disidencia.

También llevaba un radio portátil con batería y antena, además de un celular que sería analizado por las autoridades para determinar posibles comunicaciones con otros integrantes de la estructura.

La captura de Portillo Parra se da en medio de la guerra que se libra en el Catatumbo entre la disidencia de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), un conflicto que ha dejado un alto número de muertos en los últimos meses y que mantiene en zozobra a los habitantes de la región.

Las autoridades han intensificado las operaciones en esa zona del departamento para evitar más ataques y controlar el tráfico de explosivos y armas, elementos clave en esta confrontación.

De acuerdo con las investigaciones, el capturado llevaba cinco años dentro de la organización y siete meses operando en la zona del Catatumbo.

Sin embargo, no tenía antecedentes judiciales, lo que sugiere que podría haber operado en la sombra hasta el momento de su captura.

Luego de ser detenido, Portillo Parra fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad y presentado ante la Fiscalía, que lo señaló de los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido, uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos y utilización ilegal de uniformes e insignias.

Tras las audiencias preliminares, un juez decidió imponerle medida de aseguramiento en centro carcelario, al considerar que su accionar representaba un riesgo para la seguridad de la región y que los elementos incautados serían utilizados en acciones terroristas.

Las autoridades continúan con las investigaciones para establecer si el detenido tenía alguna función específica dentro de la disidencia y si estaba planeando algún atentado en la región.

Mientras tanto, los operativos en la vía Tibú-La Gabarra se mantendrán con el fin de frenar el accionar de los grupos armados ilegales que operan en el Catatumbo.

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