La presunción de un posible artefacto explosivo, en la comunidad del barrio Los Arales de Ocaña, al observar lo que parecía una bolsa negra en un lote baldío, fue el primer conocimiento que las autoridades tuvieron sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de un recién nacido.

El pequeño, que todavía tenía varios centímetros del cordón umbilical cuando fue encontrado, no contaba con signos vitales, por lo que una vez tuvo conocimiento la Policía de Norte de Santander alertaron al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y a organismos de socorro como la Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos.

Una vez la comunidad cercana se enteró de que no se trataba de un explosivo trataron de identificar quién podría haber sido la persona que lo dejó ahí, pero por ahora no existen pistas para dar con su paradero o, por lo menos, identificarlo.

Las autoridades no tardaron en inspeccionar la zona, e interrogar a los vecinos, sin embargo, debido a la falta de cámaras de seguridad, no hay mucha claridad sobre la familia del recién nacido o los responsables. No podría tener más de tres horas de nacido.

Lo que se ha podido conocer, de manera extraoficial, es que las autoridades en compañía de instituciones públicas, adelantarán un cruce de bases de datos para interrogar a algunas mujeres que estuvieran a pocas semanas de culminar su proceso de gestación, con la intención de obtener alguna pista.

Aun así, al ver que fue un parto que ocurrió de manera clandestina, existe la posibilidad de que los padres de la criatura no hayan reportado en ninguna institución de salud su condición de embarazo.

La Policía de Norte de Santander, en conjunto con la Fiscalía, aseguró que se abrió una investigación por el delito de homicidio.

“Ya se hizo la inspección previa, ahora en colaboración con la Fiscalía se dejó el cuerpo en manos de Medicina Legal, desde allí se va a tratar de determinar la causa del fallecimiento del recién nacido, y de ser posible, saber si la muerte ocurrió antes o después del parto”, explicó el coronel Fabio Espinel, comandante del distrito de Ocaña de la Policía.

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Más seguridad a los niños

Para la comunidad de Ocaña, este es otro duro golpe en contra de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta que hace pocos días un patrullero de Policía fue capturado bajo su presunta participación en una golpiza contra su propia hija de cinco meses de nacida.

“Un nuevo caso de salud mental registrado en Ocaña, donde están involucrados padres de familia con menores de edad. Es lamentable escuchar episodios tristes como el ocurrido con la hija del patrullero. Preocupa esa situación, pues se requiere un tratamiento especial”, anotó el secretario de Desarrollo Humano de Ocaña, Hugo Eduardo Guerrero Bayona.

Este medio conoció que, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Humano, se encargarán de la cristiana sepultura del recién nacido. De igual forma se recalcó que, esta Secretaría, tiene rutas de atención para madres y mujeres en condición de embarazo que enfrentan dificultades.

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