“¿Y las autoridades en Puerto Santander?”, es la pregunta que se hacen una y otra vez los residentes de ese municipio del área metropolitana, luego de que la muerte volviera a asomarse por ese sector.

No pasaron 24 horas del asesinato de Juan Manuel López Cañizares, en el corregimiento Buena Esperanza, cuando la sangre volvió a correr por esa vía que conduce a Puerto Santander.

El reciente asesinato dejó como víctima a Anthony de Jesús Ovaye Aguirre, a quien transeúntes lo encontraron muerto, exactamente en el kilometro 57, en la entrada a la vereda El Dave.

En medio de la maleza y a un costado de la carretera, el hombre, de 37 años, quedó tendido y con dos disparos en la cabeza.

Para esa hora, la comunidad solo notó que la víctima llevaba un buzo gris y un bluyín azul claro. Luego, se percataron de que se trataría de un joven reconocido en el municipio.

A las 11:05 de la noche, del martes, las autoridades fueron alertadas del cuerpo sin vida del hombre. Sin embargo, por el conflicto que se vive en la zona, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) no arribó al sitio, fue una funeraria la que se encargó del levantamiento del cuerpo para trasladarlo hasta las instalaciones de la Sijín, en donde realizaron la inspección técnica.

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Aunque ayer, la familia de la víctima adelantaba las diligencias en el Búnker de la Fiscalía para darle el último adiós a su ser querido, prefirieron guardar silencio frente al hecho, pues temen a alguna represalia.

Frente a este hecho la Policía aseguró que están verificando lo sucedido para establecer los móviles del homicidio y dar con los responsables.

El homicidio anterior

El martes en la madrugada, en el corregimiento Buena Esperanza, zona rural de Cúcuta, en una polvorienta vía, que está rodeada por matorrales y lleva a la vereda Limoncito, la comunidad encontró el cuerpo sin vida de Juan Manuel López Cañizares.

Sobre los móviles del hecho las autoridades no han podido establecer nada, pues solo conocieron que habían asesinado de dos impactos de bala al hombre, de 47 años.

Al parecer, el hombre vivía en La Fría (Venezuela) y llevaba algunos días desaparecido.

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