Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Judicial
En la UCI, víctima de presunto abuso de policías en Mutiscua
Carlos Javier recibió un disparo que, de acuerdo con especialistas, afectó una de sus vértebras. De manera preliminar podría sufrir cuadriplejia.
Authored by
Image
La opinión
La Opinión
Viernes, 21 de Marzo de 2025

Un presunto caso de abuso de autoridad ocurrido el pasado lunes en el municipio de Mutiscua dejó gravemente herido a Carlos Javier Jaimes Gélvez, de 46 años, quien hoy se debate entre la vida y la muerte.

Entre las 8:30 y 9:00 de la mañana, un disparo, al parecer realizado por un uniformado, le atravesó el cuello causándole una lesión en la médula espinal. Según los médicos, el daño es irreversible y podría dejarlo cuadripléjico de por vida.


Lea aquí: Horror en Ocaña: recién nacido fue encontrado muerto en el barrio Alares


Lo que comenzó como un día normal terminó convirtiéndose en una tragedia que marcó su vida y la de su familia para siempre.

Padece esquizofrenia

Carlos Javier vive con su madre, de 74 años, y una de sus cuatro hermanas en una vivienda ubicada a media hora del casco urbano de Mutiscua.

Desde hace aproximadamente 25 años, fue diagnosticado con esquizofrenia y se convirtió en paciente psiquiátrico. Sin embargo, pese a su condición, es muy querido en el municipio por su inteligencia y amabilidad. Según sus allegados, nunca ha sido violento ni agresivo.

"Él nunca había agredido a nadie, ni en la casa ni cuando lo regañábamos. Es muy independiente. Iba solo al médico, recogía sus medicamentos y hasta viajaba a Pamplona para reclamarlos. Siempre se acordaba de todo, no dependía de nosotros para nada", relató una de sus hermanas.

Lo único inusual que su familia notó recientemente fue un cambio en su rutina de sueño: se acostaba más tarde de lo habitual y despertaba todos los días a las 5:00 a.m.

Ante esta situación, sus seres queridos habían planeado viajar con él a Cúcuta este jueves para llevarlo al hospital mental y evaluar qué estaba ocurriendo.


Además: Lo pillaron armado en el barrio Aeropuerto de Cúcuta y lo agarraron


Sin embargo, nunca imaginaron que ese viaje se adelantaría por una razón que hoy les destroza el corazón.

Un grave incidente

El lunes, como era habitual, Carlos Javier salió de su vivienda rumbo a Mutiscua. Se ganaba la vida comprando machetes y adaptándolos con una cacha de caucho de llanta para luego venderlos.

Este medio pudo conocer que, antes del incidente, Carlos estuvo en el puesto de salud del municipio. Sin embargo, al salir del lugar, comenzó la tragedia.

Según testigos, llegó a la estación de Policía en un estado de crisis, aparentemente sufriendo un episodio de delirio de persecución. Desesperado, aseguraba que lo estaban siguiendo y, en medio de su alteración, usó un machete para golpear una motocicleta de la Policía que estaba estacionada.

Ante la situación, dos uniformados, un patrullero y un subintendente, intervinieron.

Se presume que Carlos intentó agredir a uno de los policías con el machete, pero el casco del uniformado impidió que resultara herido. "Si eso hubiese sido así, el policía habría quedado gravemente herido por la trayectoria del golpe y el punto donde impactó el casco, casi en la nuca, pero no, ellos no tienen ni un rasguño", afirmó una familiar.

Tras el incidente, los uniformados iniciaron una persecución contra Carlos Javier, la cual quedó registrada en videos de las cámaras de seguridad.


Más aquí: Carpintero es imputado por presunta violación de una niña en Salazar de las Palmas


"La señora de la tienda les gritaba que lo dejaran quieto, que él era loquito, pero no la escucharon ni pararon", relató un testigo.

Según versiones, la persecución llegó hasta el cementerio. Al no poder alcanzarlo, los policías regresaron a buscar la motocicleta para continuar tras él.

Finalmente, en el sector conocido como Ana Paula, lograron interceptarlo. "Le aplicaron varias descargas con el taser (corriente), pero no lograron neutralizarlo. También lo golpearon, porque tiene moretones en la cara y raspaduras alrededor de los ojos. Como no pudieron reducirlo, optaron por dispararle a matarlo (…)", denunció la familiar.

La persecución policial quedó registrada en una cámara de seguridad de un local del municipio.
 
Por una llamada

Una de las hermanas de Carlos Javier se encontraba trabajando en una finca cosechando papa cuando recibió una llamada que la dejó helada. Le informaban que su hermano había tenido un problema con la Policía y que estaba herido.

Alcanzó a escuchar que una ambulancia estaba en el lugar y que lo trasladarían a Pamplona, por lo que no dudó en dirigirse a la carretera principal con la esperanza de conseguir un transporte hasta el casco urbano.

Mientras iba en camino, recibió otra llamada, esta vez de un uniformado. Según relata, con tono déspota le informó: “Para informarle que su hermano está detenido por los delitos de agresión a un funcionario público y daño en bien ajeno. ¿Tiene clara la situación de su hermano?”


También lea: Disidencia de las Farc confirma secuestro de líder comunitario en Tibú


Ella respondió que sí, creyendo que se refería a la condición mental de Carlos. Sin embargo, en ningún momento le mencionaron que había sido herido de bala.

Ante la incertidumbre, decidió dirigirse directamente a Pamplona. Llegó a las 2:30 de la tarde y fue de inmediato al área de urgencias del hospital, donde encontró a su hermano esposado a la camilla, como si fuera el criminal más peligroso.

"China, me dieron duro, tuve problemas graves con la Policía y me dieron duro", le dijo Carlos con dificultad.

Los médicos, en ese momento, le dieron un parte alentador: la bala no había comprometido órganos vitales y se esperaba que lograra recuperarse.

Sin embargo, Carlos repetía con angustia: "Ahora sí me jodí, voy a quedar inútil", como si ya supiera su destino.

Ese mismo lunes fue remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz de Cúcuta, donde tuvo que ser intubado. Tras varios exámenes, un neurocirujano confirmó lo peor.

"Se lo tragaron, la intención era matarlo. Nosotros pensábamos que había sido un disparo en una pierna, pero lo que querían era acabar con su vida. No saben el daño que nos hicieron. Él era demasiado inteligente y lo destruyeron. Como familia, nos destrozaron", expresó su hermana entre lágrimas.

¿Qué dicen las autoridades?

A través de un comunicado, la Policía de Norte de Santander informó que se inició una indagación preliminar para esclarecer las circunstancias en las que ocurrieron los hechos.

Asimismo, indicaron que la Fiscalía ya adelanta el proceso penal correspondiente.

Sin embargo, no ofrecieron más detalles y solo aseguraron que los uniformados actuaron conforme al procedimiento policial establecido.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion . 

Temas del Día