Aterrorizar a Norte de Santander se volvió una tarea fácil para el Ejército de Liberación Nacional (Eln). El despliegue de múltiples acciones violentas que se extendieron en el área metropolitana de Cúcuta y en diferentes municipios del departamento, así como en otras ciudades del país, la semana pasada, cumplieron con su objetivo y así lo confirmó este grupo armado ilegal ayer, en un comunicado.

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El primer hecho que se atribuyó el Eln fue el que se registró la noche del domingo 2 de julio, contra las instalaciones de la Secretaría de Tránsito de Villa del Rosario, cuando integrantes del Frente de Guerra Urbano Nacional (FGUN) activaron un explosivo que causó daños en la estructura, pero que no dejó personas heridas.

“El 2 de julio, a las 9:45 p. m., un comando especial del FGUN ataca con explosivos la sede de Tránsito municipal dejando daños a la infraestructura. La acción responde a los reiterados abusos y malos manejos de esta entidad contra la población del municipio en completa impunidad”, aseguró el Eln en el comunicado.

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Precisamente, esa noche, un hombre llegó afanadamente al frente de la puerta de esas instalaciones y dejó el artefacto, luego de ponerlo en el piso, salió corriendo y, al parecer, otro hombre que estaba en una moto, se encargó de sacarlo rápidamente del lugar, pero antes, activó la bomba con un radio de comunicaciones.

“Claramente, en los videos se puede observar al hombre con un recipiente de plástico en sus manos, que dejó justo al frente de la puerta, minutos después se ve el fogonazo de la explosión”, indicó una fuente judicial en ese momento.

Los cinco kilos de explosivos causaron daños en las instalaciones de la Secretaría de Tránsito del municipio histórico y en varios establecimientos aledaños, pero por suerte no hubo alguna víctima inocente, pues el personal que estaba en una reunión en ese lugar se había marchado 20 minutos antes.

Al Eln atribuirse este hecho, Jorgen Adrián Ardila Díaz, secretario de Tránsito de Villa del Rosario, rechazó nuevamente el atentado y pidió protección para los funcionarios de esta dependencia.

“Realmente rechazamos todo acto de violencia y lamentamos este tipo de situaciones. Hemos puesto en conocimiento a las autoridades competentes para que se garantice la protección de los derechos y la integridad de todos los trabajadores y trabajadoras de Datrans”, dijo el funcionario.
 

El ataque en la minera

Esta guerrilla también aseguró que a las 7:40 de la noche del 4 de julio, adelantó una acción de “sabotaje” en la entrada de una planta de coque que pertenece a Incolmine, pero que actualmente opera la empresa Minex, ubicada en la vía hacia el corregimiento San Faustino, que dejó muerto al empleado José Cristóbal Meneses Mendoza.

“Este sabotaje castiga a las empresas mineras que explotan sin compasión y sin garantías mínimas la fuerza de trabajo de la población más vulnerable de la región”, señaló esa guerrilla.

Pero también argumenta descaradamente que la muerte de José Meneses fue producto de una imprudencia, “pues se encontraba a salvo y se regresó sin avisar al sitio de los hechos. Elevamos nuestra condolencia a sus familiares por esta lamentable situación”.

Las reacciones

El general Ricardo Roque, comandante del Comando Específico de Norte de Santander, aseguró que estas atribuciones del Eln corroboran las labores de inteligencia que se han adelantado para hallar a los responsables de estos hechos que se dieron en el día de la conmemoración del aniversario 59 de esta guerrilla.

El alto oficial resaltó que en medio de dichas acciones fueron detenidos dos presuntos integrantes del Eln en Puerto Santander, cuando pretendían atacar con explosivos a las tropas del Ejército.

Taíz del Pilar Ortega, secretaria de Gobierno de Norte de Santander, insistió en que la administración departamental rechazó rotundamente estos hechos violentos y por eso lideró una estrategia de seguridad que permita garantizar la tranquilidad de los habitantes del departamento.

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