Dos motocicletas, un carro, un hombre muerto, una mujer herida y un saco de abono sobre el asfalto fue lo que quedó en el Anillo Vial Oriental, en sentido Villa del Rosario – Cúcuta, en una escena que también sembró muchas más preguntas que certezas entre las autoridades y en los familiares de la víctima.
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El siniestro vial ocurrió sobre las siete de la mañana de ayer, 3 de diciembre, a la altura del barrio Boconó. Allí, sobre el piso mojado se dio la muerte de Naún Antonio Navarro Páez. Un adulto mayor que había salido a trabajar desde muy temprano en su moto Yamaha FZ, de placa BQC 11C. Él amarró un costal blanco de abono en la parte trasera y emprendió rumbo a la labor que lo caracterizaba, la venta de plantas.
Sin embargo, no pasó mucho hasta que la tragedia lo alcanzó. Lo único cierto es que el otro involucrado es un carro Toyota Corolla blanco, de placa GEW 070, conducido por una mujer.
El caso se dio en un doble retorno, conocido como La Glorieta del Toro. Se presume que Naún iba adelante del carro y en un intento de tomar el retorno para volver a Villa del Rosario, el hombre perdió el control de la moto y cayó.
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Sigue sin establecerse si el carro motivó la caída, si fue la humedad de la carretera u otro factor, pero fue ese vehículo el que le causó la muerte. Pues el automotor quedó abollado en la parte frontal baja, luego de, presuntamente, impactarlo.
Mientras Naún quedó tendido en el sitio, sin signos vitales, la tragedia continuó, pues el carro siguió su rumbo y pocos metros más adelante habría generado la caída de una mujer en otra moto tipo señoritera roja, de placa DCP 62C.
La conductora también cayó al suelo, a pocos metros de distancia del hombre, en tanto, el vehículo finalmente se orilló en el carril derecho. No pasó mucho hasta que llegó una patrulla de la Policía, adscrita a Villa del Rosario, que gestionó el traslado de la lesionada a un centro asistencial. Mientras que una doble situación se generó en el sitio.
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¿Cúcuta o Villa del Rosario?
Al suceder entre los límites de los dos municipios, hubo confusión en qué autoridad debía atender la situación. En primer lugar, pocos minutos después, llegaron miembros del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte de Villa del Rosario, a adelantar la inspección técnica en la escena y el levantamiento del cadáver.
En medio de ese proceso, la víctima fue identificada y sus hijos se enteraron, trasladándose a la escena, en un momento desgarrador, se arrodillaban junto al cuerpo, tratando de devolverle la vida al cuerpo de don Naún, negándose a aceptar su trágica realidad.
Su hija, una de las más afectadas, tuvo que ser contenida por un hermano, quien, aún con lágrimas, se encargó de mantenerla en el separador, aunque sus ojos tuvieron que presenciar algo más confuso aún: la llegada de los alféreces de tránsito.
Los funcionarios de la Alcaldía de Cúcuta argumentaron que, por limitaciones territoriales, era su responsabilidad adelantar las pesquisas y no Villa del Rosario. El Instituto Nacional de Vías (Invías) tuvo entonces que intervenir y el proceso empezó de nuevo al mando de los alféreces.
El dolor se extendió casi hasta las 10:00 de la mañana, ya para ese punto se habían congregado más de seis allegados, todos sin poder creer lo que había sucedido. Buscaban respuestas en los uniformados, sin embargo, pocas respuestas podían darle, su única esperanza es una cámara de seguridad en un terreno aledaño, que apunta justo al sitio en el que se produjo el incidente.
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