Arsenio Blanco gozó de impunidad por casi tres meses luego de participar presuntamente en el asesinato del patrullero de la Policía, Andrés David Padilla Mejía el pasado 17 de abril, en el casco urbano de Lourdes, mientras se festejaba una actividad religiosa de aquel Sábado Santo.

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A Geño, como era conocido este presunto cabecilla de la comisión del Eln en el municipio de Bucarasica, le siguieron el rastro hasta una casa donde, entre la suciedad y la oscuridad, fue sorprendido por uniformados de la Policía de Norte de Santander, quienes ejecutaron su captura por homicidio y lesiones personales.

Geño sería uno de los principales dinamizadores de crímenes por parte del Eln en el Catatumbo, participando en múltiples acciones armadas contra la población civil y la fuerza pública durante sus cuatro años de accionar.

El compañero de Barbas

La investigación pudo establecer que Geño habría participado junto con alias Barbas, otro integrante del frente Juan Fernando Porras Martínez del Eln, quien fue capturado en combate por el Ejército el pasado 21 de mayo en Lourdes. Ambos habrían participado en tres ataques diferentes contra las autoridades en diferentes municipios de Norte de Santander, empezando el Sábado Santo.

Apenas una semana después, en el casco urbano de Bucarasica, una patrulla fue atacada sobre las 8:30 de la mañana, desde una zona boscosa.Se generó un intercambio de disparos, en el cual resultó lesionado un uniformado, el subintendente Jorge Armando Flórez. El herido fue trasladado hasta Cúcuta, donde fue estabilizado.

Y finalmente, el 28 de abril, en horas de la mañana, la estación de Policía de Villa Caro fue objeto de un ataque armado, que no dejó heridos.

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