En medio de preguntas y tristeza los familiares, amigos y compañeros de trabajo del agente del CTI de la Fiscalía, Julio César Cuevas Díaz, despertaron ayer con la trágica noticia del fallecimiento del hombre, de 47 años, tras sufrir un accidente en su motocicleta.
El hecho, que sigue siendo materia de investigación para las autoridades, ocurrió el 23 de marzo a la 1:47 de la mañana, según el reporte de los uniformados de Tránsito del municipio, Julio César habría chocado contra el separador de la vía principal de la urbanización Prados del Este, a la altura de la calle 7E y 8E.
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Según las autoridades, minutos después del accidente una ambulancia llegó y los paramédicos trataron de auxiliar a Julio César y trasladarlo a un centro asistencial cercano para tratar de estabilizarlo, pero fue demasiado tarde. Al llegar al Hospital Erasmo Meoz, ya no contaba con signos vitales.
Por ahora, las autoridades siguen adelantando las pesquisas para lograr reconstruir los hechos, sin embargo, varios trabajadores nocturnos de ese sector de la urbanización, explicaron que son varios los accidentes que se han registrado en esa vía por la falta de visibilidad, luminarias y demarcación adecuada en el asfalto.
“Pocos metros antes de donde ocurrió el accidente, hay un hueco que si uno no conoce la vía, se lo puede ‘comer’, porque está muy oscuro, ni siquiera los bares o supermercados 24 horas que tienen iluminación llegan a alumbrar hasta allá”, explicó un trabajador del sector.
Además, este medio conoció por un testigo del accidente, que a pesar de encontrarse relativamente cerca de los centros de salud más importantes de la ciudad, la ambulancia que auxilió a Julio César demoró en llegar.
“Siento que la demora de la ambulancia influyó en la muerte del hombre, porque él después del accidente estuvo un tiempo agonizando, pero como ninguno de los testigos conocía técnicas de primeros auxilios, entonces fue hasta que llegaron los paramédicos que se le pudo auxiliar y siempre pasaron varios minutos”, explicó una fuente.
Más de media vida de servicio
Para los familiares, conocidos y amigos del trabajo, la noticia del fallecimiento del agente de la Fiscalía Julio César, conocido cariñosamente por algunos como Rolo, fue una sorpresa, especialmente porque era un hombre que gozaba de una buena salud y se ejercitaba seguido.
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“Fue un compañero excepcional, despertarnos y ver que ya no está con nosotros es muy duro. Realmente no se puede creer. Él trabajó 25 años en la Fiscalía y estuvo en distintas seccionales, ahora se encontraba en la Unidad Especializada contra el Narcotráfico, no hay nada que se pueda decir en su contra, era un funcionario íntegro y un excelente ser humano”, aseguró una allegada de la víctima.
Varios conocidos resaltaron su sentido del humor, su forma de ver la vida siempre con algún chiste y cómo trataba de hacer que las personas que estuvieran con él pasaran un rato agradable.
“Nosotros molestábamos mucho con él cuando estaba trabajando en la Seccional de homicidios, hace varios años, tenía un gran sentido del humor, era muy alegre. Fue un buen hombre, es una lástima lo sucedido”, explicó uno de sus allegados.
Sin embargo, a lo largo de su trayectoria tuvo que atravesar momentos complejos, como un atentado que sufrió en su contra, cuando se encontraba trabajando en la seccional de homicidios, en esa ocasión recibió dos disparos, justamente por esa razón, los últimos años de su vida, se trasladó a realizar investigaciones en contra del narcotráfico en el departamento.
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