El terremoto de Cúcuta, un fatídico acontecimiento ocurrido el martes 18 de mayo de 1875 a las 11:15 de la mañana, trajo total destrucción y muerte a esta zona fronteriza del país.
Una tragedia que marcó un antes y un después para los cucuteños, quienes tuvieron que reconstruir la ciudad en medio de las ruinas, luego de que su poder de destrucción alcanzara además a Villa del Rosario, Los Patios, San Cayetano, El Zulia y las localidades de San Antonio del Táchira, Capacho y San Cristóbal, en Venezuela.
Es por eso, que 148 años después, son muchas las historias que han permanecido de voz a voz y que están registradas como el momento en que Cúcuta tuvo que reinventarse para seguir creciendo.
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“Cuando el terremoto de Cúcuta, la aldea de casas de bahareque y calles con acequias para el agua, se derrumbó. Fueron muchos los muertos y las pérdidas. Los sobrevivientes salieron corriendo hacia el corregimiento de La Vega, por los lados de lo que hoy se conoce como el Pórtico”, describió el historiador Gustavo Gómez Ardilas en uno de sus artículos publicados en La Opinión.
Una ciudad “hermosa, colorida, fresca y amigable” que permanece en algunos registros fotográficos antes de aquel terremoto que tuvo una profundidad de 15 km con magnitud de 6.8.
“Resulta y pasa, como dicen las abuelas, que poco a poco el pueblo fue reconstruido, pero ya con ínfulas de ser ciudad. Le encomendaron la tarea a un arquitecto venezolano que por aquí andaba, de nombre Francisco de Paula Andrade Troconis, quien de inmediato puso manos a la obra”, escribió Ardila.
¿Una premonición?
Cronistas relatan que días antes del gran terremoto tres o cuatro remezones pusieron en alerta a la población, con tal magnitud, que según testigos de la época, llegaron a agrietar los muros y tirar al suelo objetos de las mesas, el más fuerte la noche anterior al terremoto.
Un acontecimiento premonitorio fue el paso de un bólido o bola de fuego que recorrió de norte a sur el cielo en Villa del Rosario, presagio de que algo malo se avecinaba.
Otra de esas historias, que quedó en el imaginario de la gente como un milagro atribuido a la Virgen del Rosario, tiene como protagonistas a las abuelitas Conde que vivían en una casa de amplios corredores donde queda actualmente la urbanización Santa Mónica, contigua al Tamarindo Histórico, en Villa del Rosario.
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Hay quienes dicen que las abuelitas, el día y a la hora del terremoto estaban sentadas hilando algodón cuando de repente percibieron un fuerte olor a azufre y vieron que muchos de los pajaritos que tenían en las jaulas se morían por este olor.
“En ese preciso instante observaron que la imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona del municipio y que presenció la instalación del Primer Congreso General de la República de Colombia, venía en andas, pero sola, andaba como por el aire y ellas dejaron el oficio, botaron todo y se pusieron de rodillas diciendo: ‘madre santísima qué va a suceder’, cuando sintieron fue el remezón, y la casa que era de bahareque fue de las pocas que quedaron en pie sin sufrir ellas daño alguno”, contó el cronista Gerardo García.
En los apuntes del cronista e historiador, se cuentan otras situaciones registradas previas al gran terremoto de 1875, como los fuertes temblores que lo precedieron.
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Nuevas oportunidades después de la destrucción
El arquitecto Bierman Suárez Martínez, explicó a La Opinión en 2020, que a pesar de la tragedia y el dolor que provocó este terremoto, Cúcuta resurgió con un nuevo estilo arquitectónico que le permite ahora tener muchos beneficios.
“Digamos que el terremoto dio una oportunidad para planificar la trama urbana de la ciudad, el urbanismo y la arquitectura, esto dio el espacio de reglamentar una cuadrícula a una forma más visionaria de lo que venía en materia económica para Cúcuta”, sostuvo.
El docente explicó que antes de que se diera el terremoto las calles de la capital nortesantandereana eran muy angostas y no respondían a una ortogonalidad y el hecho de que ocurriera este suceso en este tiempo donde estaba el auge de la revolución industrial, permitió que Cúcuta que desde hace muchos años se ha caracterizado por ser una ciudad comercial, adoptara una estructura amplia que le permitiera estar a la par con el desarrollo económico.
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