Incluso Tite, una figura de autoridad que se esfuerza por nunca perder la compostura, lanzó algún movimiento con sus jugadores frente a su banquillo después de que Richarlison anotara un precioso tercer tanto en el minuto 29.
El atacante del Tottenham (ENG) dijo que habían practicado la celebración antes del juego, que fue el clásico movimiento de picoteo que hace honor a su apodo de 'Palomo' (Pombo, en portugués).
"Ese clima alegre y feliz es importante, la alegría del profesor nos contagia dentro del campo", afirmó el goleador brasileño.
El fantasma del caso Vinicius
Tite, de 61 años, también defendió las celebraciones.
"Siempre están los malpensados que lo van a entender como un irrespeto", dijo después del cotejo. "Les dije a los jugadores que me escondieran un poco, sé de la visibilidad".
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"No quería que hubiese otra interpretación distinta a la alegría del gol, del resultado, del desempeño, pero no de irrespeto por el adversario o por Paulo Bento (técnico de Corea), por quien tengo un respeto muy grande".
Las críticas de Keane no pasaron desapercibidas en Brasil. La palabra "irrespetuoso" era tendencia este martes en Twitter, donde algunos consideraron que las declaraciones del exjugador tenían un trasfondo "racista".
"Cuando Pelé festejaba goles lanzando un puño al aire, los europeos decían que era violento. Cuando Vini Jr conmemora bailando, es irrespetuoso. Lo que realmente incomoda a algunos europeos es la imagen de un hombre negro vencedor. Y en el deporte que ellos más aman", escribió el usuario @punkbiology.
En septiembre, el fútbol brasileño cerró filas en torno a Vinicius Jr, después de que Pedro Bravo, presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas (AEAF), criticara los bailes del brasileño en el Real Madrid, señalando que debía "respetar" a sus colegas y "dejar de hacer el mono".
"BAILA, VINI JR", escribió entonces Neymar en Twitter, antes de que Bravo se disculpara.
"El mejor momento de nuestro hermoso deporte"
El exinternacional estadounidense Alexi Lalas, quien disputó la Copa del Mundo de 1994, se mostró favorable a los festejos coloridos, comunes en varios países de Sudamérica y que ya habían ocurrido en otras ediciones mundialistas.
"Si eres alguien que frunce el ceño y queda irritado y malhumorado por los jugadores de fútbol que bailan después de marcar un gol, o por los jugadores brasileños que bailan después de marcar un gol, y tienes un concepto erróneo de lo que es la deportividad... entonces yo siento pena por ti".
"Siento pena porque la vida que vives no tiene alegría", dijo a Fox Sports. "Si quieres bailar, si quieres cantar, si quieres dar vueltas como un loco, haz lo que quieras para celebrar el mejor momento de nuestro hermoso deporte".
Pero Graeme Souness, otro experto británico, no estaba dispuesto a aceptar ese tipo de conmemoraciones.
"Es solo cuestión de tiempo antes de que alguien se le atraviese a uno de estos brasileños", dijo el excentrocampista del Liverpool (ENG) y de Escocia, notoriamente resistente a una de las clásicas formas brasileñas de celebrar un gol.
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