Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Entretenimiento
Pedro Neira: 42 años convirtiendo la fiesta en arte con Macro Efectus
El Dj ha recorrido países como Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela con la reinvención de su miniteca
Authored by
Image
Juan Marcoantonio Rivas Pinilla
Juan Marcoantonio Rivas Pinilla
Sábado, 15 de Marzo de 2025

Pedro Neira nació en junio de 1964 en Bogotá, pero su destino en la escena musical y el arte comenzó en 1979, cuando, por asuntos económicos, se mudó con su mamá y sus hermanos a Cúcuta.

En el barrio El Popular, Neira empezó a interesarse por actividades artísticas como el dibujo. Sin embargo, a los 14 años descubrió su verdadera pasión: el baile. De manera autodidacta, fue perfeccionando su talento, influenciado por los musicales y artistas de la época, como John Travolta.

Su madre, Clara Inés, pronto se dio cuenta de su potencial y se volvió en su primera seguidora fiel. El colegio La Salle, donde cursó el bachillerato, también se convirtió en un escenario donde podía demostrar sus habilidades ante sus compañeros.


Siga leyendo: Ela Conem, la flecha del electro pop que apunta al éxito


Inicios en la escena

En 1982, a sus 17 años y a punto de graduarse, Pedro disfrutaba asistir a fiestas con amigos, sintiendo la música a través del baile. Su actitud y destreza le valieron reconocimiento en el círculo juvenil de Cúcuta.

Una celebración decisiva, según recordó, fue Pimienta Negra, la primera miniteca que presenció. El ambiente lo impactó de tal manera que, sin inhibiciones, comenzó a bailar y a llamar la atención de todos los presentes.

Entre ellos estaban Liliana Rangel y “Chocho Lobo”, dos personajes reconocidos en Cúcuta de esa época, con quienes luego compartiría muchas noches de fiesta.

Pronto, su fama creció. “Si Pedro Neira y Liliana van a la rumba, es que va a estar buena”, comenzó a escucharse entre los jóvenes cucuteños de los años 80. Sin embargo, tras varias presentaciones con coreografías ya conocidas, Neira sintió la necesidad de innovar.

MACRO-EFECTUS

De interpretar los pasos de Michael Jackson en ‘Thriller’, decidió dar un paso más allá y fundar su primera miniteca, manteniendo el estilo que lo caracterizaba.

“Comencé a hacer fiesticas sin cobrar nada, y luego cobraba mil o dos mil pesos”, contó Neira, quien usaba el equipo de sonido de su mamá para hacer mezclas con la música que escuchaba.

Pero su ambición lo llevó a ir más lejos: con solo 17 años, empezó a llamar a discotecas de la ciudad diciendo que era un DJ experimentado, con la esperanza de conseguir una oportunidad.

El nacimiento de Macro Efectus

La primera discoteca que le abrió las puertas fue La Media Naranja. Con su primer sueldo, compró un mezclador, pero la emoción le duró poco: 15 días después, unos ladrones entraron a su casa y se lo robaron.


Más aquí: Cristop: construyendo hip hop en Cúcuta


Desmotivado, pensó en abandonar la inversión en equipos. Sin embargo, su madre no le permitió rendirse. Con su apoyo, decidió ahorrar y, el 27 de enero de 1983, compró un nuevo equipo por cuotas en San Antonio del Táchira.

Una vez más, 15 días después, un obstáculo se interpuso en su camino: la devaluación del bolívar afectó la economía de la región, lo que provocó que lo despidieran de la discoteca. Sin embargo, su perseverancia lo mantuvo en pie.

“Organizaba fiestas de dos mil y tres mil pesos para pagar las cuotas”, recordó.

El año 1983 fue una prueba de resistencia para él. Durante esos meses, sufrió dengue tres veces. A pesar de todo, con el apoyo de su amiga Liliana, creó su nombre artístico: Efectus, inspirado en los efectos de sonido que tanto le gustaban y en el equipo de fútbol Juventus, del cual es fanático.

A medida que avanzaba en su carrera como DJ, sus influencias musicales crecieron. La miniteca venezolana Fuma Chin se convirtió en una de sus favoritas y lo inspiró a cambiar su nombre a Súper Efectus.

En 1986, tras presenciar una presentación de la miniteca Infierno en el Club Tenis de Cúcuta, quedó impresionado por el montaje del show. A partir de ese momento, decidió renombrarse como Macro Efectus, consolidando su identidad artística.


Otras noticias: 'Sahell', el artista que le canta al Cúcuta Deportivo


El ascenso al éxito

El bogotano sacrificó noches de sueño y se perdió fechas importantes con su familia para alcanzar su meta. Sin embargo, su esfuerzo valió la pena: Macro Efectus se convirtió en un nombre reconocido en el mundo de las minitecas.

Las “guerras de minitecas” y los shows privados y públicos se volvieron parte de su rutina. Dependiendo de la magnitud del evento, organizaba sus espectáculos en tres niveles: Efectus, Súper Efectus y Macro Efectus.

Una de sus anécdotas más recordadas fue en una competencia con Infierno, donde decidió usar el montaje que solía emplear para eventos medianos. Aunque algunos dudaban de su estrategia, el resultado cautivó a los asistentes y consolidó su reputación.

MACRO-CONCIERTOS

Pronto, su talento lo llevó más allá de Cúcuta. Se presentó en ciudades como Bogotá, Tunja, Medellín y Bucaramanga. Su música se convirtió en un referente regional.

Alexis Sánchez Caicedo, un fanático de 43 años, recordó cómo las mezclas de Neira marcaron una época: “La música de Macro Efectus era parte importante de la región”.

El éxito traspasó fronteras. Entre los años 90 y 2003, llevó su espectáculo a países como Panamá, Ecuador y Venezuela, donde también construyó una base sólida de seguidores.

Reinvención y legado

Después de años de éxito, el panorama musical cambió. Entre 2006 y 2012, la música de los 80 dejó de estar en auge, desplazada por nuevos géneros como el reguetón. A esto se sumaron los avances tecnológicos, que transformaron la producción musical y le hicieron sentir que su espacio en la industria se reducía.

Pero en 2013, encontró la manera de reinventarse: en el Club Cazadores creó la Fiesta Retro, un evento que llevó a los asistentes a revivir la época dorada de las minitecas.

DJ-CÚCUTA

“La gente lo tomó para recordar los tiempos de colegio y rumba”, comentó. Así, la nostalgia se convirtió en su sello distintivo, consolidando nuevamente su carrera.

Hoy en día, el DJ sigue rodeado de un equipo de trabajo que ha sido clave en su trayectoria. Destaca a productores como Fernando Villamizar y Orlando Guerrero, además del apoyo incondicional de su esposa, Milena Carvajalino, a quien describe como su mano derecha en la producción de eventos.

Sobre los premios que ha recibido a lo largo de su carrera, mencionó que, aunque los valora, lo que más le importa es la conexión con su público.

“El mejor reconocimiento que puedo tener es que la gente se acerque y me diga: ‘Pedro, bacano, qué chimba de fiesta’”, aseguró.


También: Iván Dezmor: el cucuteño que conquistó las artes escénicas


En cuanto a su futuro, lo tiene claro: “Seguiré trabajando hasta que la salud me diga que ya no más”. Su consejo para las nuevas generaciones es mantenerse en constante aprendizaje y no encasillarse en un solo estilo.

A sus 60 años, sigue disfrutando de sus pasiones: las motocicletas Harley Davidson, el deporte, la programación de luces y la producción de contenido en YouTube, donde continúa difundiendo la esencia de Macro Efectus.

Su historia es testimonio de demuestra que una buena fiesta no solo se escucha, sino que también se siente y se vive.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en  https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion . 

Temas del Día