Por años, su voz fue un susurro en la intimidad de la ducha y un espectáculo clandestino en la pizzería donde trabajaba. Nadie en su familia – un linaje de cantantes- sabía que ella también tenía el don.
Hasta que una noche, entre el aroma a mozzarella y la sorpresa de sus padres, Susana María Barros Bueno dejó de esconder su talento y se convirtió en Tuty María, la cantante cucuteña que hoy se roba los aplausos en cada discoteca de la ciudad y en los matutinos donde hace brillar su faceta como comunicadora.
A sus 33 años, Tuty construye un camino único, sin formación musical académica, pero con una voz que resuena con fuerza, especialmente en las baladas y las rancheras.
Con más de 11 mil seguidores en Instagram, su comunidad crece al ritmo de sus interpretaciones y de su vida fuera del escenario, donde el ejercicio, los viajes y las tendencias virales la muestran como una mujer que equilibra su pasión artística con una fuerte presencia digital.
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Un talento oculto
El destino de la cucuteña parecía escrito en las notas de las reuniones familiares, donde sus padres, tíos y primos cantaban hasta el amanecer. Sin embargo, su voz pasó inadvertida.
“Nunca me prestaron atención”, confesó. Pero eso no la detuvo. En la iglesia encontró su primer escenario y, más tarde, al mudarse a Bogotá para estudiar Comunicación Social en la Universidad Sergio Arboleda, halló un refugio inesperado: un restaurante donde los meseros cantaban.
Durante cinco años, Tuty afinó su talento entre platos servidos y aplausos discretos. Pero el gran momento llegó cuando, sin previo aviso, sorprendió a sus padres en aquel mismo lugar.
“Los invité a comer y, de repente, me subí a cantar. Todos lloraron. Fue un momento hermoso y liberador”, reveló la joven.
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De las cámaras al micrófono: la fusión de dos pasiones
La artista nortesantandereana nunca dejó de lado su otra vocación: la comunicación. Tras graduarse, volvió a Cúcuta y trabajó en ATN Televisión, donde condujo programas como ‘Al Día’ y ‘Tarde para todos’.
Luego, el Canal TRO le abrió las puertas con ‘Serenata a mi pueblo’, una experiencia que le permitió no solo presentar, sino también cantar.
La radio también la acogió en La Voz del Norte, hasta que su camino la llevó a las entidades gubernamentales.
“Ambas profesiones se complementan. Tanto en la música como en la comunicación, la voz tiene un poder inmenso”, afirmó.

La ranchera: el género que le dio identidad
Tuty experimentó con diversos géneros, pero fue la ranchera la que la hizo sentir en casa. “Crecí escuchando a mis abuelos cantar música mexicana. Además, mi voz es potente, ideal para este género que requiere tanta fuerza interpretativa”, sostuvo.
En cada escenario, su conexión con el público es palpable. “La ranchera habla de amor y desamor, y eso nos toca a todos”.
Más allá de los reflectores, Susana María supo construir una comunidad sólida en redes sociales, donde muestra su amor por el ejercicio, los viajes y las tendencias virales.
“Me encanta compartir quién soy fuera del escenario. Muchas mujeres se identifican conmigo, ya sea por la música o por la importancia del bienestar físico y emocional”, aseguró la cantante, de 33 años.
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La Descarga: un trampolín inesperado
El año pasado, Barros Bueno probó suerte en el reality ‘La Descarga’ y, aunque no llegó al final, estar entre los 100 mejores ya fue una victoria.
“Competí con profesionales, con artistas que han grabado sencillos y videos, mientras que yo canto por hobby desde los 18 años”, contó con orgullo.
Sin embargo, su eliminación fue un misterio. “Me calificaron con exceso de confianza. No lo entendí, pero tampoco cambiaría nada. Si participara en otro reality, seguiría siendo yo misma”.
El futuro: su primer sencillo y nuevas metas
2025 será un año crucial para la intérprete cucuteña. La artista planea lanzar su primer sencillo, un paso que marcará su evolución musical. “Estoy explorando fusiones, pero sin dejar de lado la ranchera”, adelantó.
Mientras tanto, sigue conquistando escenarios, demostrando que la música no necesita permisos ni títulos, solo pasión y determinación. Tuty María dejó de ser un secreto y ahora es una voz que Cúcuta y el país no pueden ignorar.
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