El domingo 29 de mayo los colombianos volverán a las urnas, esta vez para elegir a quien se convertirá en el sucesor del presidente de la República, Iván Duque. De ser necesaria una segunda vuelta, esta se celebrará 20 días después, es decir, el 19 de junio.

Para esa nueva contienda, un total de 39’002.239 colombianos fueron habilitados para ejercer su derecho al voto en Colombia y en el exterior.

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De esta cifra, en Norte de Santander quedaron registrados para participar en la elección de la nueva fórmula presidencial  1’296.482 ciudadanos en los 40 municipios del departamento.

Del total de potenciales electores 633.343 son hombres y 663.139 mujeres, quienes podrán sufragar en una de las 3.447 urnas que se instalarán ese día en toda la región.

La cifra de sufragantes habilitados tuvo una leve reducción con relación a las elecciones de Congreso del pasado 13 de marzo, en la que estaban aptos para salir a votar 1’296.763 nortesantandereanos.

El reto en esta jornada democrática es aumentar el porcentaje de participación  y mantener la tendencia que se presentó en 2018, cuando  después de 20 años la región volvió a superar el 50% de afluencia de votantes, reduciendo de manera importante la abstención.

De acuerdo con las cifras de la Registraduría Nacional, en los últimos años  la mejor participación alcanzada en Norte de Santander en unas elecciones presidenciales fue en 1998, cuando de los 561.532 ciudadanos que estaban habilitados para votar, 63,39% cumplió con ese ejercicio.

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En la segunda vuelta de ese año, Norte de Santander registró la menor abstención, pues un 70,52% de los electores que aparecía en el Censo salió a elegir presidente.

Esa cifra, sin embargo, cayó abruptamente cuatro años después, en la primera elección de Álvaro Uribe Vélez como presidente de la República, cuando tan solo un 45% de los 775.923 ciudadanos habilitados para ejercer su derecho en Norte de Santander lo hicieron. La abstención volvió a estar por encima del 54,30%. En esa ocasión, al igual que  en 2006 no hubo segunda vuelta.

Aunque las elecciones de Congreso y Presidencia de la República tienen una dinámica distinta en términos de participación, el fantasma abstencionista vuelve a asustar el desarrollo de la contienda presidencial que se avecina en el departamento, teniendo en cuenta los resultados del pasado 13 de marzo.

En esos comicios, del 1’296.763 que podía votar para elegir nuevos senadores y representantes a la Cámara, solo participó un 46,80%, es decir, apenas salieron a las urnas unas 606.945 personas.

Al igual que en el resto del país, se espera que las del 29 de mayo sean unas elecciones mucho más atractivas para los electores, teniendo en cuenta que la baraja de candidatos es amplia y los beneficios por votar se mantienen.

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