

Repasando todo lo que ha ocurrido desde el 16 de enero hasta la fecha en el Catatumbo y el área metropolitana de Cúcuta, hay situaciones que deben ser tenidas en cuenta para evitar que los problemas empeoren.
Es el caso por ejemplo de Villa del Rosario que fue atacado por la guerrilla del Eln con varios atentados terroristas, entre ellos la voladura del peaje, el ataque al CAI del Templo Histórico y la explosión contra las instalaciones en construcción del Distrito de Policía en La Parada.
Es indispensable que la fuerza pública de manera coordinada y con inteligencia militar y tecnología emprendan las acciones envolventes contra dicho grupo armado organizado que sigue con sus incursiones en esa localidad fronteriza con Venezuela.
Teniendo presente que ya hay un comandante militar del Catatumbo, el área metropolitana y el sur del Cesar que están cubiertos por el Estado de Conmoción Interior, es urgente que entre las prioridades tenga el rescate de la seguridad en esta importante y estratégica localidad.
Sin duda el cierre de las trochas y el estricto control de estas rutas ilegales que conectan a esta parte de Norte de Santander con el estado Táchira es indispensable aplicarlo para contener que dicha guerrilla siga utilizando el territorio del vecino país como retaguardia donde se guarece y prepara las acciones criminales contra la población civil en esta región.
Como al Ejército le corresponde la tarea constitucional de proteger la frontera, y así lo requirió el presidente Gustavo Petro en el segundo consejo de ministros televisado, pues así debe actuarse en esta zona del país para que ni dicha organización armada ni las bandas criminales sigan delinquiendo y generando violencia y hostigamiento contra los ciudadanos y desde allí lanzando también sus operaciones ilegales contra Cúcuta y otros municipios vecinos elevando los índices de homicidios, extorsiones, secuestros y demás hechos violentos.
La otra situación igualmente delicada es el descubrimiento de que ahora el Eln ha subido de nivel en su potencial de ataques terroristas al entrar a manejar drones para atentar contra miembros de la Policía y el Ejército.
Ese es un hecho más que demuestra como la expansión territorial y de armamento por parte de ese grupo al que el presidente Petro ha señalado de haberse traquetizado y de actuar con métodos paramilitares para intentar apoderarse del Catatumbo.
A su ahora enemiga disidencia de las Farc los guerrilleros que arribaron a este territorio le arrebataron los drones y en escaso tiempo los aprendieron a usar, puesto que ya empezaron a afectar a las fuerzas del orden con ataques dirigidos hacia sus integrantes.
Lo anterior requiere que las Fuerzas Militares también sean dotadas en su plan de recuperación y copamiento del Catatumbo con drones y antidrones para tecnológicamente también enfrentar a esta organización ilegal en desarrollo de las labores ofensivas.
Lo cierto es que al Eln hay que expulsarlo del Catatumbo y no permitirle que se haga fuerte en el área metropolitana y cercarlo militarmente para que se le cierre la opción de ir a disfrutar en la parte venezolana y lograr que los máximos jefes caigan en manos de la justicia y paguen por sus crímenes contra el Estado y la población.
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