'La tal prima navideña para los taxistas no existe’. Esa es la conclusión que surge luego de escuchar a las autoridades locales de tránsito y a los voceros del gremio de la mancha amarilla en Cúcuta.
Esperamos que sea verdad porque cualquier cobro adicional terminará siendo un elemento disparador del por sí ya elevado comportamiento inflacionario en la capital de Norte de Santander.
A la Secretaría de Tránsito, la Policía y al Área Metropolitana les corresponde la responsabilidad de contener cualquier intento de esta naturaleza, que además causa desazón.
Sería importante que dichas instituciones difundieran masivamente que ‘los taxistas no pueden exigir el bono navideño en las carreras’ durante la presente temporada, como una forma de proteger el bolsillo de los usuarios.
Esa es, ni más ni menos, una acción social del Estado dentro de la prevención de posibles abusos por parte de quienes prestan servicios, puesto que hay normas claras en las que no se especifica la posibilidad de cobros paralelos a los aumentos autorizados en ese tipo de transporte individual.
Los más de ocho mil taxis que circulan en la ciudad y los municipios metropolitanos deben acatar las medidas vigentes, porque en caso contrario es urgente que se apliquen las sanciones del caso, como son la inmovilización de los vehículos y la aplicación de la multa correspondiente por cobrar más de lo debido, sin que medie razón valedera alguna.
Por algo será que empezaron a escucharse denuncias ciudadanas relacionadas con la posible exigencia por parte de algunos taxistas de una especie de prima o sobrecosto navideño por el simple hecho de ser diciembre y porque como llegan las fiestas de Navidad y de Año Nuevo, tal vez consideran que merecen un pago extra por cada carrera que hagan.
Aquí es donde las administraciones de los municipios metropolitanos tienen que salir en defensa de sus ciudadanos porque al parecer, por más que el Sindicato de Taxistas de Norte de Santander asegure que ‘la prima’ no está autorizada, una situación muy distinta es a la que se enfrentan los usuarios.
Así empieza a sentirse en comentarios por redes sociales y en expresiones voz a voz de quienes en esta época ven el taxi la opción para llegar a casa luego de ir de compras, pero que al parecer se han encontrado con este sorpresivo cobro no legalizado.
A las autoridades, más allá de salir a decir que los pasajeros exijan el taxímetro o que presenten las denuncias respectivas, les corresponde conminar a las empresas y a los conductores para que eviten caer en ese tipo de situaciones, que en últimas lo que hacen es empeorar la percepción ciudadana frente a este servicio.
Este diciembre de 2022 debería ser la oportunidad para que los taxistas de Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander decidan hacer una especie de reingeniería en el servicio, cobrar lo justo y llevar el aire acondicionado y el vehículo en buenas condiciones mecánicas y de aseo, para de esa forma contrarrestar lo que ellos mismos tanto critican, que la gente se vea obligada a preferir el servicio de plataformas.
Por tal motivo este diciembre, que de por sí arrastra una cascada inflacionaria que se trasladó a los aguinaldos y a los ingredientes para preparar las hallacas, los buñuelos, la natilla y la cena, no puede soportar otro sinsabor como el de exigir una prima que no está autorizada en ninguna parte.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion