

Redacción: Cecilia Arango Rojas
En la reciente Conferencia Internacional de Seguridad Energética y Desarrollo Sostenible, en la Universidad de Puerto Rico, Bayamón, expuse en la conferencia Hacia un Futuro Energético Sostenible: Desafíos y Oportunidades, una gran inquietud: se proyecta, bajo el escenario de crecimiento actual, que se demandarán más megavatios de los que estaremos en capacidad de producir. Este panorama genera una alerta sobre la estabilidad del sistema energético colombiano y la necesidad de tomar medidas urgentes para garantizar el suministro de electricidad en la región. Esta situación representa un desafío nacional y global que requiere acciones inmediatas.
Un desafío energético de alcance global
A lo largo de los últimos 125 años, el consumo mundial de energía eléctrica ha experimentado un crecimiento exponencial, impulsado por avances tecnológicos y cambios socioeconómicos significativos. A continuación, se presenta una tabla cronológica que destaca los hitos clave en la evolución del consumo eléctrico global, junto con eventos tecnológicos relevantes:

Este crecimiento en el consumo eléctrico ha sido acompañado por un aumento en la capacidad de generación de energía. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2023, la generación mundial de energía aumentó un 2,6%, alineándose con la tendencia histórica de un incremento anual del 2,5% durante el período 2010-2019.
Además, las fuentes de energía con cero emisiones de carbono representaron más del 40% de la electricidad generada en el mundo en 2023, con un 14% proveniente de fuentes eólica y solar. A pesar de estos avances, la demanda de electricidad sigue creciendo, impulsada por factores como la digitalización, la electrificación del transporte y el desarrollo económico en regiones emergentes.
Se proyecta que la demanda mundial de electricidad crecerá a un promedio del 3,4% entre 2024 y 2026, con las energías renovables y la nuclear cubriendo este incremento.
Para satisfacer esta creciente demanda y avanzar hacia una matriz energética más sostenible, es crucial continuar invirtiendo en la expansión de la capacidad de generación de energías limpias, mejorar la eficiencia energética y fomentar la innovación tecnológica en el sector energético.
Ante estos escenarios es vital hacer un llamado a la acción Colombia no es la excepción y se enfrenta a un escenario donde el consumo de energía podría aumentar significativamente en los próximos años. Según la Agencia Internacional de la Energía, se estima que, en 2022, los centros de datos consumieron entre 240 y 340 Teravatios-hora (TWh), representando aproximadamente el 1% al 1,3% del consumo total de electricidad. Se espera que esta cifra aumente debido al crecimiento de la inteligencia artificial, centros de datos, computación cuántica y el uso masivo de tecnologías digitales como redes sociales, comercio electrónico, uso masivo de plataformas de entretenimiento, entre otras.
La historia no se puede repetir. Colombia ya experimentó una crisis energética con repercusiones económicas significativas. El apagón de 1992, por ejemplo, generó pérdidas cercanas al 3% del PIB, con cortes de electricidad de más de ocho horas diarias y pérdidas semanales estimadas en 33 millones de dólares. Aunque el sector eléctrico ha evolucionado con reformas y diversificación en la generación de energía, persisten problemas estructurales que amenazan la estabilidad energética del país.
Obstáculos que frenan el crecimiento energético
A pesar de los avances en nuevas fuentes de energía y la modernización del sistema eléctrico, existen obstáculos que ponen en riesgo la expansión del sistema:
- Retrasos en autorizaciones de nuevas conexiones: represamiento y lentitud en la aprobación de proyectos eléctricos están impidiendo la expansión efectiva y oportuna del sistema eléctrico colombiano. Preocupa que no se están recibiendo solicitudes de nuevos proyectos durante 2024 y lo que va del 2025.
- Consultas previas: la normativa exige procesos de consulta con las comunidades, lo que ha generado la suspensión de grandes proyectos y conflictos por el uso del suelo. Es crucial encontrar un equilibrio entre la participación comunitaria y el desarrollo energético.
- Crecimiento de la demanda: la demanda de energía sigue aumentando rápidamente, lo que nos obliga a buscar soluciones urgentes para evitar crisis en el suministro y que sea viable instalar en el corto plazo nuevos proyectos energéticos, incluyendo nuevas fuentes de energía.
- Restricciones para la exploración de Gas Natural Offshore: las restricciones para la exploración de gas natural offshore en Colombia se han intensificado en los últimos años debido a factores regulatorios, ambientales y económicos. Entre los principales obstáculos se encuentran:
a. Regulación Ambiental Rigurosa: las exigencias para la obtención de licencias ambientales son estrictas, lo que prolonga los tiempos de aprobación y encarece los proyectos. Se alerta sobre posibles riesgos de cambio regulatorio en el corto plazo.
b. Incertidumbre Jurídica y Política: cambios en las políticas energéticas y dudas sobre la continuidad de los contratos han generado un ambiente de incertidumbre para las empresas interesadas en invertir en la exploración offshore. Se deben aprovechar las lecciones aprendidas y hacer Benchmarking con países con experiencia.
c. Desafíos Técnicos y de Infraestructura: la exploración en aguas profundas requiere tecnología avanzada y grandes inversiones.
d. Presión por la Transición Energética: el enfoque global hacia energías renovables y la reducción de emisiones de carbono ha generado debates sobre la viabilidad a largo plazo de nuevas inversiones en gas offshore .

Energías renovables: una oportunidad para Colombia
Colombia tiene el potencial de convertirse en un líder en energía renovable en América Latina. Sus importantesrecursos solares y eólicos permiten liderar la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible. En particular, la energía eólica offshore en el Caribe representa una apuesta estratégica.
Se han identificado áreas de 12.000 km² con potencial para la instalación de parques eólicos marinos, con inversiones que podrían superar los 1.000 millones de dólares por proyecto, generando más de 4.000 empleos directos. Además de fortalecer la seguridad energética, estos proyectos reducirían las emisiones de CO₂ entre 27 y 81 millones de toneladas. Otro recurso clave es la energía basada en residuos orgánicos para la generación de biogás.
Esta tecnología permite aprovechar desechos agroindustriales, residuos sólidos urbanos y otros materiales biodegradables para producir energía limpia. El biogás no solo contribuye a la diversificación de la matriz energética, sino que también ayuda a reducir la contaminación ambiental y promueve la economía circular.
En regiones con alta producción agrícola y ganadera, como el Caribe colombiano, esta fuente de energía tiene un enorme potencial para ser aprovechada a gran escala. Sin embargo, la viabilidad de estas iniciativas depende de factores como la estabilidad regulatoria, el acceso a financiamiento y la modernización de la infraestructura de transmisión, la oportunidad en la aprobación de los proyectos que complementan el sistema eléctrico y sobre todo controlar el alto consumo producto de las tecnologías digitales.
El lado oculto del crecimiento digital: una amenaza silenciosa
El aumento en el consumo de energía no solo proviene de la industria o el transporte. La digitalización masiva también está impulsando una demanda energética sin precedentes.
Más allá de la demanda industrial y residencial, hay un factor que está acelerando la crisis energética de manera silenciosa: la digitalización masiva, cada correo electrónico que enviamos, cada videollamada que realizamos, cada transmisión de video en alta resolución, cada hora de streaming tiene un impacto energético real que representa un alto consumo energético que rara vez consideramos, pero que está dejando una huella profunda en nuestra matriz eléctrica.
Algunos datos que evidencian la huella energética del mundo digital:
- Consumo energético de los centros de datos: se estima que, en 2022, los centros de datos consumieron entre 240 y 340 TWh de electricidad, representando aproximadamente el 1% al 1,3% del consumo total de electricidad.
- Impacto de las criptomonedas: las criptomonedas consumen tanta energía como Argentina, y las emisiones de dióxido de carbono asociadas a las tecnologías digitales representan entre el 1,5% y el 3,2% de las emisiones globales.
- Correo sin adjunto → 0.3 Wh (vatios-hora)
- Correo con adjunto pequeño (1 MB - 10 MB) → 1 a 4 Wh
- Correo con adjunto grande (10 MB - 25 MB o más) → 5 a 50 Wh dependiendo del tamaño y reenvíos
- Videoconferencia de una hora puede gastar hasta 0,3 kWh por usuario.
- Streaming en 4K puede llegar a 0,6 kWh por hora.
Además, la acumulación de datos innecesarios en la nube agrava el problema. Podemos imaginar la nube como un inmenso sistema de refrigeradores industriales llenos de desechos que nunca vamos a consumir. Miles de servidores operan constantemente para almacenar información que quizás jamás volvamos a utilizar, consumiendo energía sin sentido y generando una huella de carbono innecesaria.
¿Qué Podemos Hacer?
La solución a la crisis energética no recae solo en el gobierno o en las empresas, sino en la acción conjunta de toda la sociedad. Algunas estrategias clave incluyen:
- Promoción de la eficiencia energética: desde cambios en la iluminación hasta el uso de electrodomésticos eficientes y el desarrollo de redes inteligentes.
- Conciencia digital: reducir el almacenamiento innecesario en la nube, optimizar el uso de videoconferencias y eliminar archivos que ya no utilizamos.
- Diversificación de la matriz energética: apostar por el hidrógeno verde, los micro reactores nucleares y el biogás como fuentes de energía sostenible.
- Inversión en biogás: Inversión en biogás: Impulsar el desarrollo de plantas de generación a partir de residuos orgánicos, promoviendo incentivos para su implementación en el sector agroindustrial y urbano.
- Activar la exploración de Gas para la Integración con la Transición Energética.
Es claro que para llegar a tecnologías Verdes es necesario un proceso rápido que no coloque en riesgo la demanda de energía. Promover el gas natural como un combustible de transición, alineando su explotación con los objetivos de reducción de emisiones de carbono.
Complementar la exploración offshore con el desarrollo de proyectos de captura y almacenamiento de carbono (CCS) para mitigar el impacto ambiental.
Si el Gobierno y el sector privado logran implementar estas estrategias, Colombia podrá reactivar la exploración de gas offshore, asegurando su soberanía energética y reduciendo la dependencia de importaciones.
El cambio comienza por mí… y por ti. Es momento de actuar. ¿Cuál es tu aporte para reducir el consumo digital y optimizar el uso de la energía?
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