Se estima que cada año, en el mundo, se pierden 12.000 millones de días de trabajo, debido a la depresión y la ansiedad, problemas que se volvieron más visibles después de la pandemia de COVID-19. Además, el 15% de los adultos en edad laboral sufre algún tipo de trastorno mental.

Este panorama reflejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa un costo de US$1 billón por año en pérdida de productividad. Es por eso que la salud mental tomó relevancia a nivel corporativo y, para las Aseguradoras de Riesgos Laborales (ARL), en Colombia, es un foco de atención prioritario.

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El vicepresidente de Promoción y Prevención de Positiva, Carlos Iván Heredia Ferreira, quien encabezó el segundo Congreso Nacional en Salud Psicosocial en Cúcuta, dijo que, en el país, el 46% de la población tiene afectaciones en diferentes grados psicosociales. 

“Estamos muy cercanos de la mitad. La dificultad de la enfermedad psicosocial es que no existe una línea divisoria entre la salud que usted tiene en su vida familiar y social y el estado intralaboral, porque es la misma persona. Entonces, alguien tiene cambios de comportamiento leves que observamos y la juzgamos, pero no sabemos lo que hay detrás”, añadió Heredia.

El representante de la ARL indicó que una de las pocas cosas buenas que dejó la pandemia fue que le dio visibilidad a la salud mental, porque el componente psicosocial ha estado marginal en los sistemas de gestión empresarial. 

“Hoy, el 59,7% de las calificaciones médico-laborales tiene componente mental. Esto es muy alto. Uno entiende que una persona tenga un accidente de trabajo por factores mecánicos, locativos y viales, pero es que el componente psicosocial está pesando mucho, el cual es invisible y se hace evidente al momento de la calificación”, resaltó.

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Heredia explicó que la calificación quiere decir que esa persona se convierte en un costo para la organización y, por ende, en dinero, por los días de incapacidad, su ausencia y la indemnización a la que puede dar lugar. 

La coordinadora del Área de Psicología de la IPS Medismart, Leidy Cárdenas, que atiende a miles de empleados en Colombia, también consideró que luego del coronavirus, y gracias a la virtualidad, “la gente goza de mayor acceso a expresar sus emociones” y, además de la videoconsulta, tiene a disposición una línea de crisis.

“A través de las llamadas telefónicas es cuando uno identifica que, efectivamente, la pandemia dejó bastante secuelas en términos de esa ausencia de contacto con el otro, porque somos seres sociales por naturaleza, pero también la virtualidad en el trabajo ha dejado secuelas y, ahora, son más visibles, porque se tiene más alcance a un profesional de la salud mental de forma inmediata”, afirmó la psicóloga.

Atención revela acoso

La coordinadora del Área de Psicología de Medismart, Leidy Cárdenas, que atienda a miles de empleados en Colombia, resaltó que ahora hay más patologías en salud mental derivadas de la actividad laboral y a través de esa atención han podido identificar en sus pacientes presunto acoso en el trabajo. 

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Sostuvo que, en los últimos tres meses, ha crecido 40% el número de referidos que muestra afectación metal y emocional por acoso laboral; ese crecimiento sería, porque los empleados sienten más seguridad para expresarlo ante un profesional de la psicología, por la confidencialidad.

“La gran mayoría de las consultas tiene mucho que ver con este tipo de situaciones. Hay que aclarar que nosotros, desde la orientación, no tenemos injerencia. Nuestro campo es la gestión emocional, bridar herramientas y primeros auxilios psicológicos”, apuntó.

Finalmente, Leidy Cárdenas dijo que un trabajador que goza de un bienestar psicosocial tiene mayor eficiencia y productividad.

Medismart es el aliado de Positiva ARL, la cual, en Norte de Santander, tiene aproximadamente 100.000 afiliados, entre trabajadores dependientes e independientes, y más de 13.500 empresas.

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