La industria del coque de Norte de Santander, considerada durante años una de las más representativas del país por la calidad única de su producto, atraviesa una de sus etapas más críticas.
Las dificultades en materia de infraestructura vial, los altos costos logísticos, los impuestos extraordinarios y la inseguridad en las rutas de exportación han puesto en jaque a un gremio que hoy opera al 40% de su capacidad instalada.
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Así lo confirmó la gerente de la Asociación de Coquizadores de Norte de Santander (Asocoquizadores), Angélica León, quien advirtió que las condiciones actuales “han llevado a muchas plantas a apagar sus hornos”, generando un impacto directo sobre el empleo, la competitividad y la sostenibilidad del sector.
“En Norte de Santander tenemos un coque único a nivel mundial, bajo en fósforo, ideal para la producción de acero inoxidable. Sin embargo, el mercado está deprimido, muchas plantas están apagadas y no podemos ser competitivos, principalmente por las malas vías”, señaló León.
La producción de coque en el departamento se mantiene en torno al millón de toneladas anuales, cifra que, aunque estable frente al año anterior, refleja un estancamiento preocupante si se compara con el auge de 2022, calificado por los empresarios como “el año más floreciente” del sector.
De acuerdo con la dirigente gremial, solo entre el 30% y 40% de las plantas se encuentra operativa, lo que evidencia la contracción productiva y las limitaciones que enfrentan los pequeños empresarios, quienes no cuentan con los mismos canales comerciales que las compañías más consolidadas.
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Trochas en lugar de corredores logísticos
Uno de los principales obstáculos para la competitividad del coque nortesantandereano es la deficiente red vial que conecta los centros de coquización con los puertos de la Costa Atlántica.
La totalidad del mineral que se produce en la región debe salir por la vía Ocaña–Aguachica, un corredor que, según León, se encuentra en pésimo estado y sufre frecuentes bloqueos y cierres por obras o protestas.
“No tenemos carreteras, tenemos trochas. Cada vez que hay un paro o una reparación en la vía Ocaña, el transporte se paraliza. Así no podemos competir con países como Indonesia, que cuentan con infraestructura moderna y estable”, lamentó la lideresa gremio.
La precariedad en el transporte incrementa los costos logísticos y resta atractivo al coque colombiano en los mercados internacionales. Aunque el departamento exporta a 21 países de cuatro continentes, los altos fletes y los sobrecostos derivados de la inseguridad y los impuestos han reducido los márgenes de ganancia.
Impuestos y medidas que asfixian
A las dificultades logísticas se suma un nuevo golpe: el impuesto del 1% a las exportaciones, el cual surgió como una medida temporal tras la declaratoria de Conmoción Interior en el Catatumbo, pero que el Gobierno extendió hasta diciembre de este año.
“Ese impuesto debía durar tres meses, pero lo prolongaron. Es un golpe más para los empresarios, que ya están asfixiados por los altos costos de operación y los nuevos tributos”, explicó León.
La dirigente gremial recordó que, aunque el coque es un producto transformado del carbón metalúrgico, las políticas nacionales han generado incertidumbre en torno al futuro de la industria minera.
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“Lo que hemos visto es que el Gobierno ha desincentivado la producción interna de carbón. Sin embargo, el coque es esencial para la transición energética, pues, con él se fabrican componentes para paneles solares y turbinas eólicas”, subrayó.
Un producto estratégico que necesita apoyo
A pesar del panorama adverso, el coque metalúrgico fue incluido entre los 17 minerales estratégicos definidos por el Gobierno nacional para la transición energética, reconocimiento que, según la líder gremial, podría abrir nuevas oportunidades si se acompaña de inversión en infraestructura y seguridad.
Actualmente, el coque de Norte de Santander se exporta a Brasil, Turquía, México, Estados Unidos y países de Europa y Asia, pero la falta de nuevos acuerdos comerciales y la limitada exploración de mercados emergentes mantienen las exportaciones en un nivel estático.
Finalmente, León destacó la importancia de la Cumbre Colombiana del Carbón 2025, que se desarrolló la semana pasada en Barranquilla, un encuentro que consideró “vital para la articulación del sector”.
“Más que un evento, es el punto de encuentro más importante para el gremio. Aquí reunimos a los principales empresarios y líderes de todas las regiones productoras. La sinergia es indispensable para fortalecernos y buscar soluciones conjuntas”, concluyó.
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