La tasa de la inflación en 2021 superó las proyecciones de la mayoría de las consultoras, incluso, fue llamada la “sorpresa inflacionaria” por el Banco de la República, dicho aumento obedece a múltiples factores, sin embargo, es el grupo de los alimentos el que impulsa mayormente el alza de los precios.
En 2022, la inflación, parece que no tiene intención de bajar. En las más recientes cifras entregadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la variación mensual de los precios en enero fue 1,67% y la variación anual llegó a 6,94%. Este es un panorama superior a las cifras que esperaba el consenso del mercado, que proyectaba 6,20%. En cuanto al dato mensual también está muy por encima al registro de enero de un año atrás, cuando el IPC había crecido 0,41%.
Con ese panorama, el Gobierno planteó el plan de acción con el que pretenden frenar la fuerte alza de los precios al consumidor. El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, indicó que las medidas son de rigor técnico y se enfocan, principalmente, en reducir los costos de producción del sector agropecuario.
Así las cosas, entre las primeras acciones de la agenda nacional está contemplado avanzar en la reglamentación de la ley de insumos agropecuarios.
Esta ley, según el ministro de Agricultura Rodolfo Zea Navarro, va a permitir un arancel del 0 % para la importación de insumos agropecuarios y que se cree el Fondo de Apoyo a los Insumos Agropecuarios (FAIA), que nace con los recursos del 10 % de las utilidades de 2021 del Banco Agrario. El ministro aseguró que la ley se está reglamentando en este primer trimestre para que funcione en el segundo trimestre del año
De acuerdo con Alexander Botello, coordinador del programa de Economía de la Universidad de Pamplona, el alza de los alimentos en 2021 se puede explicar por dos grandes agregados, uno coyuntural, desde la tasa de devaluación del peso colombiano y shock de oferta dada la reactivación económica del país, y uno estructural desde de la logística, hasta la capacidad productiva del sector agrícola cuyas limitaciones son históricas.
“Al analizar las iniciativas que el Gobierno Nacional gestiona con la intención de contener la inflación, se observan estrategias de corto, mediano y largo plazo; dado que, por ejemplo, las posibles reducciones arancelarias a insumos vitales para el sector agro son de efectos casi inmediatos, sin embargo, otras estrategias como los créditos subsidiados que buscan incrementar la producción, son estrategias cuyos efectos no solo son de mediano plazo, sino que además no son nuevas y que dependiendo de su diseño e implementación han arrojado resultados poco alentadores”, explicó Botello .
Pero, para Botello, las nuevas estrategias no solo deben contemplar los fenómenos coyunturales y otras tradicionales como los créditos, deben revisar quirúrgicamente el agro colombiano en el marco de un país en el que han aumentado las hectáreas de tierra con cultivos ilícitos.
Mario Zambrano, economista y coordinador de Cúcuta Cómo Vamos, asegura que, “si bien la estrategia es buena, hay que tener en cuenta que es muy probable que beneficie a empresarios que tienen cierta capacidad de acceder tanto a la información, pero tengo mis dudas de que este tipo de beneficios se extienda a un margen amplió de la población campesina”.
Por su parte, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, dijo que todas las acciones que se hagan serán beneficiosas, porque “una inflación cercana a 7% en los precios no es sostenible para una economía como la colombiana. Por esto creemos que el Emisor en su reunión de marzo subirá otro punto porcentual la tasa de interés para enviar la señal de que se controlará la inflación y así las expectativas empiecen a disminuirse en el corto plazo. Con esto la tasa de referencia se establecería en 5% en el mes y llegaría a junio a 5,75% o 6%”.
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