Las lluvias tienen en vilo a los productores del sector agropecuario de Norte de Santander, pues ya comienzan a dejar daños en sus cultivos. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural lleva reportadas 14.865 hectáreas afectadas por la ola invernal y 2.761 unidades de animales de crianza.
El secretario Olger Alberto López que indicó que la ola invernal ha provocado inundaciones en cultivos, afectaciones en infraestructuras productivas y pérdidas de cosechas y animales.
Precisó que los daños se presentan en las plantaciones de cacao, plátano, maíz, yuca, palma de aceite, café, aguacate, arroz, lulo, fresa, tomate de árbol, repollo, arveja, papa, papa amarilla, zanahoria, cebolla, pimentón, uchuva, breva, curuba, durazno, caña panelera, lechoza, mandarina, limón, aguacate, maracuyá, zapote, ahuyama, apio, fríjol y mora.
Lea: Pantalones desde $4.000 atrapan a clientes en ventas de ropa usada
“Estas afectaciones se han presentado en Tibú, Cácota, Teorama, El Zulia, Sardinata, Silos, Toledo, Bucarasica, Cáchira, Cucutilla, Ábrego, El Carmen, Hacarí, San Calixto, Bochalema, Herrán, La Esperanza, Pamplona, San Cayetano, Convención, Villa Caro, Gramalote, Puerto Santander, El Carmen, El Tarra y Ocaña”, agregó.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del departamento lamentó las pérdidas económicas que están sufriendo los productores agropecuarios y resaltó que desde la Gobernación están atentos para brindarles apoyo en lo que les sea posible.
Impacto en los precios
Alexander Botello, profesor e investigador del programa de Economía de la Universidad de Pamplona, explicó que las lluvias en Norte de Santander impactan el bolsillo de los consumidores, pues, inicialmente, algunos estudios estiman que Norte de Santander no tiene seguridad alimentaria, toda vez que su producción no parece ser suficiente para abastecer la demanda local.
“Entonces, cuando se manifiestan las olas invernales, las dos rutas principales y neurálgicas del departamento quedan obstaculizadas por derrumbes y queda desconectado del resto de país; se inhabilitan la vía Ocaña con la Costa y la vía Pamplona-Bucaramanga con el interior del país. Esto lógicamente impide la entrada de múltiples productos agrícolas que reducen la oferta y se elevan los precios al escasear”.
Sostuvo que, además, hay que tener en cuenta los riesgos del transporte y los mayores tiempos de movilización, que pueden afectar el costo de los fletes.
“Sumado a esto, parte de la producción de alimentos se ve comprometida por perdidas en las cosechas, reduciendo aún más la oferta disponible y traduciéndose en escasez y mayores precios”, concluyó Botello.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion