Sin lugar a dudas, el calzado es una de las industrias más destacadas históricamente en Cúcuta. Desde hace muchos años, comerciantes cucuteños manufacturan zapatos para luego venderlos a buen precio a compradores de la ciudad y (en algunos casos), a otras zonas del país.
Pese a que en toda la ciudad se pueden encontrar tiendas de calzado cien por ciento cucuteño, San Miguel destaca por encima del resto por el precio y la calidad en la fabricación.
Miguel Ángel Herrera, fundador de la Corporación de Industriales de Calzado de Cúcuta, relató cómo nació este oficio que con el correr de los años, se convirtió en una tradición.
Todo inició a mediados de la década de los 80´s, cuando un grupo de jóvenes empresarios incursionaron en dicha industria. “Teníamos la necesidad de llevar dinero a nuestros hogares”, aseguró.
Aunque el negocio les daba lo justo para vivir “todo cambió con el despertar de la economía venezolana y el auge del petróleo”, porque muchos Europeos llegaron a ese país.
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Miguel Herrera mencionó que empezaron a mirar el mercado extranjero, por lo que viajaron al vecino país para conocer la industria y las nuevas maquinarias, así fue que tuvieron la oportunidad de aprender cosas nuevas.
La ‘Calle del Calzado’
Fue así como los comerciantes pusieron en práctica todos los conocimientos adquiridos para crear ‘La Calle Mayor del Calzado’, ubicada en la calle 10 entre avenidas 14 y 15, la cual divide a los barrios San Miguel y Cundinamarca.
Actualmente, muchas personas procedentes de Venezuela llegan a barrios como San Miguel, Cundinamarca, López, Gaitán, Loma de Bolívar y Santander, para buscar una oportunidad laboral en esta industria.
“Concentramos toda la industria del calzado en un solo punto, eso fue lo mejor para nosotros y para los clientes. Ahora son los venezolanos los que vienen a conocer de nuestro método de trabajo y los hemos recibido con las puertas abiertas”, contó Herrera.
No obstante, el fundador informó que las administraciones municipales y el Gobierno Nacional han descuidado mucho la industria, siendo la razón por la que la venta de calzado disminuyó notoriamente.
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Otro comerciante que lleva años vendiendo sus zapatos es Olimpo Peñuela, quien creó su propia marca hace más de 10 años y se convirtió en toda una referencia en San Miguel.
“El negocio logró darle empleo a muchas personas, detrás de nuestra marca hay artesanos, madres cabeza de familia y reinsertados. También realizaron talleres escuela para que las personas aprendan el arte de fabricar calzado y puedan trabajar allí”, dijo el empresario.
Redacción: Nicolás Mojica / Periodista
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