Desde el pasado 2 de marzo, los cucuteños no están obligados a portar el tapabocas en espacios abiertos, pero aún con esta luz verde, un alto porcentaje de los habitantes del valle de Juana Rangel de Cuéllar sigue acudiendo a esta mascarilla como la principal barrera contra la COVID-19.
Apoya a La Opinión haciendo clic aquí: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
Algunos ciudadanos dicen que es costumbre, otros lo ven como precaución y al mismo tiempo las autoridades sanitarias aplauden este comportamiento que ha servido para que los indicadores de la pandemia en la región sigan con gran tendencia a la baja.
Una de esas personas es Carlos Carrillo, un trabajador de un almacén de ropa del centro de la ciudad que, si bien es consciente que mientras está en la calle no está obligado a portar el tapabocas, asegura que lo lleva como símbolo de precaución ante una pandemia que cobró la vida de un miembro de su familia.
“Constantemente me toca salir a buscar referencias a otros locales, en la mayoría de las veces llevo el tapabocas, ya es como una buena costumbre que me queda de la pandemia, de esta manera me protejo más y le rindo un honor a mi hermano que por no usarlo perdió esta batalla”, dijo el vendedor mientras portaba unos jeans en su antebrazo.
Le puede interesar: El Skate Park de Sevilla se entregará en abril
Aidé Cuéllar es otra de las vendedoras del centro que también se acostumbró a seguir usando el tapabocas en la calle. Asegura que por su condición de vendedora informal es mejor usarlo para evitar contraer la enfermedad de parte de uno de sus compradores.
“Realmente se sigue viendo mucha gente que lo utiliza en la calle. Es muy poca la persona que me compra sin tapabocas. Por mi parte no pienso dejar de usar el tapabocas hasta que no haya pasado todo esto, porque el bicho puede volver a aparecer y atacarnos a nosotros que sufrimos tanto mientras no podíamos salir de las casas”, mencionó.
Así como hay ciudadanos que están más que prevenidos con el uso del tapabocas, otros, como German Rincón, lo dejaron a un lado para adelantar sus labores, pues asegura que no se acostumbró a respirar portándolo.
“Como ve, yo me agito mientras utilizo el martillo y el cincel, me siento ahogado cuando lo tengo y más cuando estoy trabajando, por lo que, si ya no es obligatorio, pues no lo utilizo para que me rinda más”, manifestó.
Autoridades aplauden a ciudadanos
José Daniel Durán Solano, coordinador COVID-19 de la Secretaría de Salud de Cúcuta, aseguró que si bien en la administración municipal se festejó el llegar al 70% de población vacunada con segundas dosis, lo que permite el no uso de tapabocas en espacios abiertos, desde la Alcaldía se sigue insistiendo en el uso de estas medidas de bioseguridad.
“La recomendación es que sigamos utilizando el tapabocas y sigamos con todas las medidas de bioseguridad, indiferente a que hayamos llegado al 70% de vacunación. Nosotros como Alcaldía resaltamos que llegamos a ese porcentaje pero para nosotros es mejor que la gente siga usando esas medidas de bioseguridad”, manifestó.
Durán Solano recordó que la pandemia sigue, que aún hay personas en las UCI positivos para COVID-19, por lo que no se bajará la guardia para seguir haciendo frente a la pandemia.
Le puede interesar: En García Herreros exigen vías dignas
“No podemos decir que esto ya pasó, por eso la recomendación es que nos sigamos cuidando. La gente no le ha perdido el miedo al COVID-19 y eso nos mantiene alerta a todos para seguir utilizando estas medidas de bioseguridad”, señaló.
Según el boletín epidemiológico n. ° 738, expedido por la Gobernación de Norte de Santander, en Cúcuta hay actualmente 97 casos activos de la COVID-19, por lo que se siguen buscando los ciudadanos positivos en la ciudad.
“Los frentes de trabajo continúan para detectar esos casos positivos, sigue la búsqueda activa, los cercos epidemiológicos, hay un punto fijo en la Terminal de Transportes y un punto móvil junto a la ESE Imsalud. La cantidad de casos positivos ha disminuido, estamos en una meseta baja, sin embargo sigue apareciendo uno que otro caso”, puntualizó.
24 municipios de Norte, sin casos activos
Desde el 23 de febrero, los municipios de Puerto Santander, Pamplonita, Durania, Ragonvalia, Mutiscua, Cácota, Lourdes y Santiago fueron oficializados como los primeros territorios en Norte de Santander en superar el 70% de vacunación y por ende lograron el permiso para el no uso de tapabocas en espacios abiertos.
A pesar de esta autorización, en estas municipalidades la mayoría de sus habitantes continúan con el uso de este utensilio como medio de prevención contra la COVID-19, según el director del Instituto Departamental de Salud (IDS), Carlos Arturo Martínez García.
“La pandemia aún no ha pasado. Quien define si esto es una epidemia es la Organización Panamericana de la Salud. Si bien es cierto todas las decisiones que hemos venido tomando en el departamento nos están dando unos resultados muy importantes, no podemos pecar de confianza”, aseveró.
Le puede interesar: Capacitan a líderes comunales en temas de servicios públicos
Martínez continuó diciendo que hay que resaltar la disciplina de las personas al seguir utilizando el tapabocas en espacios abiertos, porque no solamente evitan contagiarse de la COVID-19.
“Esa disciplina, no solamente nos evita contagiarnos de COVID-19, sino de otras enfermedades respiratorias como la influenza. Independiente de que la norma nos diga que nos podemos quitar el tapabocas. En la zona céntrica siempre hay aglomeraciones, y si lo utilizamos, disminuimos el riesgo de afectación o de contagio”, puntualizó.
En el departamento los números de la pandemia de la COVID-19 tienen una tendencia a la baja, teniendo 24 municipios del departamento con cero activos (142 activos en todo Norte de Santander) y 33% de ocupación UCI, según el boletín epidemiológico n. ° 738.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/Suscríbete_Aquí
